Detrás del éxito de Justine Henin hay un argentino: Juan Carlos Rodríguez (39 años), que dirige desde hace siete la carrera y -de alguna manera- la vida de la jugadora. Discreto jugador en los años ochenta, a los 23 Rodríguez años decidió probar suerte en Europa y terminó recalando en la Federación belga. La muerte de su madre y el maltrato de su padre llevaron a Henin a buscar refugio en Rodríguez y su esposa. "Esto es el fruto de un trabajo tenístico, pero también personal y psicológico", explicó el argentino. Henin y su esposo lo sienten como "entrenador, amigo, padre y mucho más", y eso le produce satisfacción: "No soy su padre, pero de alguna manera me cayó algo parecido a esa responsabilidad".
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