La belga Justine Henin-Hardenne superó ayer con comodidad a su compatriota Kim Clijsters por 6/0 y 6/4 y se consagró campeona de la 102ª edición de Roland Garros, en lo que es su primera conquista en un torneo de Grand Slam y el primero de una jugadora de esa nacionalidad. En la calurosa tarde de París, el court central Phillippe Chartrier se tiñó de amarillo, negro y rojo porque los belgas invadieron la ciudad desde bien temprano para presenciar la final de damas entre dos de sus mejores deportistas de la historia de ese pequeño país europeo. Fue tanta la importancia y la repercusión que despertó la final en Bélgica que el rey Alberto II y la reina Paola, de origen romano, presenciaron la definición junto a los príncipes y varios ministros que se instalaron en el palco de honor. Inclusive el rey junto a la argentina Gabriela Sabatini, quien fue ovacionada por el público, entregaron los premios a Henin y Clijsters, que era la favorita por ocupar el segundo lugar del ránking de la WTA y haberle ganado en 7 de los 10 partidos jugados entre ambas. Henin-Hardenne, quien es entrenada por el argentino Juan Carlos Rodríguez, venía embalada luego de su resonante triunfo frente a Serena Willians en semifinales y ayer por la tarde demostró todas sus condiciones al imponerse con facilidad por 6/0 y 6/4 en apenas 67 minutos. Por el triunfo en Roland Garros, Henin-Hardenne embolsará 819.000 euros (410.000 más que Clijsters) y desde mañana desplazará a Venus Williams del tercer lugar del ránking, con lo que las belgas ya le meten presión a Serena y ellas dos prometen que le sacarán su condición de número uno en breve. El primer set fue un trámite para Justine que dominó a su rival con su servicio y con tres quiebres se quedó con el parcial en menos de media hora, dejando a Clijsters en cero. En el segundo, Henin comenzó con la misma intensidad y se colocó 3 a 1 arriba, pero ante la necesidad Clijsters creció y emparejo el partido al igualarlo en 4. No obstante, perdió su servicio y Justine pudo asegurarse el partido con su saque para ganar su primer Grand Slam a los 22 años y meterse en la historia grande del tenis. Tras el punto definitorio la belga se fue a la platea para abrazarse con su marido y su entrenador. Henin-Hardenne es dueña de una historia particular y de una adolescencia llena de problemas que ayudaron a moldear su fuerte carácter y temperamento. De niña jugaba al futbol, pero la presión familiar para que optara por el tenis hizo que dejara la pelota, tomará la raqueta y rapidamente comenzó a destacarse. A los 16 años sufrió el golpe más duro de su vida, meses antes de ganar Roland Garros en la categoria juniors, cuando su madre tras mucho tiempo de luchar contra el cancer falleció. Mientras que la relación con su padre se rompió definitivamente, luego de una serie de problemas y ya no se hablan desde hace varios años. Sin embargo, Justine demostró su fortaleza y carácter para restablecerse a los golpes sufridos y junto con su nucleo familiar, que está compuesto por su marido y el argentino Rodríguez. Ahora con el título del Abierto de París bajo el brazo senaló que irá por su objetivo mayor, ser la número uno del mundo. Claro que esto no será tarea fácil porque tendrá que lidiar nada menos que con Serena Willians, a quien ya venció en los ultimos tres enfentamientos. (Télam)
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