Año CXXXVI
 Nº 49.856
Rosario,
jueves  29 de
mayo de 2003
Min 3º
Máx 18º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Editorial
Prioridad restablecida

La Argentina es un país de paradojas. Reconocida en todo el mundo, en otras épocas, por la excelencia de su sistema educativo, a partir de la nefasta irrupción militar en 1976 la pendiente por la que ha caído en ese crucial terreno no sólo fue pronunciada sino que por momentos pareció hallarse enjabonada. Las consecuencias de la aplicación de criterios estrictamente economicistas en un terreno donde deben primar valores muy distintos -la educación es una inversión, no un gasto- ha desembocado en una crisis que posee dimensiones de tragedia. Y que como todo iceberg, no puede ser percibida en su real dimensión: sólo el paso de los años revelará cuánto de él permanece aún sumergido.
La dramática situación no se resolverá con medidas de índole cosmética: se necesita un verdadero giro copernicano, una modificación radical de puntos de vista y métodos. Y por cierto que el viraje debe provenir del Estado, de cuya esfera emanaron en el pasado las políticas que permitieron que el nivel educativo medio de la Nación alcanzara cotas elevadas, sobre todo en el marco de la comparación con el resto de América latina.
Amplia satisfacción en la mayoría de la sociedad produjo la resolución por parte del presidente Néstor Kirchner del conflicto gremial que paralizó durante largo tiempo las clases en la provincia de Entre Ríos. El viaje relámpago que junto con el ministro del área Daniel Filmus emprendió hasta allí el flamante jefe del Estado se convirtió en la piedra de toque para desatar el nudo. La filosofía expuesta por el primer mandatario es indudablemente la correcta para enfrentar la coyuntura: "Trabajar mucho y estar donde están los problemas".
Y uno de los graves problemas que justamente padece la República, además de la crisis pedagógica, es la macrocefalia porteña, que viene de larga data. Un hombre del interior, en este caso, procedió en consonancia con su origen: ajeno a las poltronas que suelen tentar en la Capital Federal a quienes acceden a los más altos escalafones del poder político, en su primer acto de gobierno Kirchner dio una señal clara de que se aproximan tiempos de cambio. Y si esta es la dirección que mantendrán en el futuro, bienvenidos sean.


Diario La Capital todos los derechos reservados