Transcurrido un mes del trágico desborde del río Salado, que dejó un saldo de 23 muertos -según cifras oficiales-, un número no determinado de personas sin encontrar y pérdidas estimadas entre 850 y 1.500 millones de dólares, unos 15 mil santafesinos permanecen en centros de evacuados mientras aumentan los casos de hepatitis y leptospirosis, entre otras enfermedades, por lo que se mantiene el estado de emergencia sanitaria en toda la capital de la provincia.
Respecto de responsabilidades por falta de previsión sobre la tragedia, las miradas también convergen hacia el intendente Marcelo Alvarez, sobre quien los concejales de la oposición se proponen presentar hoy un proyecto de declaración instándolo a que se presente inmediatamente ante la Justicia para dar detalles sobre quiénes lo asesoraron técnicamente antes de producirse la inundación.
Sobre este tema, el edil radical Julio Schneider recordó ayer a La Capital que junto con Darío Boscarol, titular del cuerpo, presentó un pedido de informes formulando diversos reclamos al intendente, iniciativa en la que lo acompañarán -entre otros- los ediles Marta Fasino, Eduardo Carreras, Sara Pinasco, Martín Alvarez y Pablo Farías.
"El intendente ha dicho que dará a conocer los nombres que queremos conocer, pero interpretamos que tiene que hacerlo público y de inmediato", señaló Schneider, quien recordó que el día en que se produjo la catástrofe Alvarez recorrió los barrios que más se inundaron (Santa Rosa de Lima, San Lorenzo, Chalet) diciendo a los vecinos que el agua no los iba a afectar.
Por otra parte, ediles disidentes del justicialismo y bancadas opositoras reclamaron al intendente que defina cuál será el rol que tendrá el municipio en la reconstrucción de Santa Fe.
Compra de 80 ataúdes
En otro orden, el edil Leonardo Simoniello remitió una nota al secretario de Hacienda municipal para que dé precisiones sobre por qué la Municipalidad adquirió el pasado 2 de mayo -pocos días después de la inundación- 80 ataúdes.
La inquietud del edil radical se basa en que la compra se haya realizado sin el pertinente llamado a licitación y también por la particularidad de que al disponerse la adquisición se señalara que 20 de esos ataúdes estaban destinados a personas ahogadas.
Simoniello reclamó al contador Walter Agosto que le precise cuántos de esos cajones mortuorios han sido utilizados hasta la fecha.
La comunicación del edil se relaciona con la información oficial de que sólo se produjeron 23 decesos como consecuencia directa de la inundación. Considera Simoniello que se han descuidado distintos caminos administrativos y plantea dudas sobre el porqué de la compra, dado que el 2 de mayo no se sabía con certeza el número de muertos producido por la catástrofe hídrica.
Por otra parte, el secretario de Trabajo, Oscar Ercoli, se reunió con el flamante ministro nacional del área, Juan Carlos Tomada, con quien consideró la ayuda que pueda prestarse a empresas afectadas por la inundación o que tengan empleados damnificados. Ercoli dijo que encontró buena disposición en el funcionario, quien se comprometió a dar una sostenida asistencia a Santa Fe en ese tema.
A su vez Ricardo Fragueyro, ministro de Agricultura, Ganadería, Industria y Comercio, encabezará gestiones para recomponer la red caminera rural, fundamental para la recuperación del sector agropecuario. Con representantes de cooperativas agropecuarias de la provincia acordó fijar una lista de prioridades.
Cuadro sanitario
Los casos de hepatitis sumaban ayer 110 y los de leptospirosis confirmados por laboratorio se elevaron a 72, informó el Centro Operativo de Salud (COS), dependiente del Ministerio de Salud de la provincia. El organismo precisó que de los 110 casos de hepatitis, solamente 20 pertenecen a gente evacuada, y en referencia a otras enfermedades, indicó que fueron atendidos 25 casos de diarreas y 22 de varicela.
El balance difundido por el COS no especificó esta vez la cantidad de damnificados que permanecen evacuados y centros de atención que continúan funcionando, aunque se estima que las cifras no variaron con respecto a ayer, en que se indicó que los evacuados eran 16.416 personas y los cantidad de lugares de atención eran 188.
El río Salado tiene a la fecha una altura de 4,32 metros, lo que marca un descenso de ocho centímetros con respecto a ayer, y el río Paraná sigue en bajante, con 3,82, de acuerdo con los informes del Inali y Prefectura Naval, respectivamente.
Las rutas de ingreso y egreso de Santa Fe no registraron novedades. Permanecen cortadas las 70, 4 y 6, mientras que están habilitados el puente carretero Santa Fe-Santo Tomé y una mano, para tránsito liviano, de la autopista Santa Fe-Rosario, que une el tramo Santa Fe y Santo Tomé.
Hoy continúa el empadronamiento de los inundados por parte del Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec) en los barrios de la zona sur y oeste de esta capital.