Santa Fe. - En los próximos días las distintas acciones abiertas en los Tribunales santafesinos relacionadas con el ex arzobispo de esta ciudad, monseñor Edgardo Gabriel Storni, quedarán unificadas en la causa que tiene a su cargo el Juzgado de Instrucción de Eduardo Giovannini. Este magistrado fue quien dictó su procesamiento por abuso deshonesto agravado por su carácter de sacerdote.
La decisión se conoció ayer en fuentes judiciales aun cuando la Cámara en lo Penal, al confirmar en su fallo del 27 de abril el procesamiento del ex arzobispo, en uno de sus puntos dice que habiendo tenido este Tribunal intervención en esa causa y en la abierta por coacción de varios sacerdotes contra el cura José Guntern, "se advierte la posibilidad de existencia de conexidad entre ellas".
El punto 11º del fallo de la Cámara fue clave y vital para la unificación de las causas y pasa a engrosar el voluminoso expediente que maneja el juzgado de Instrucción 5ª, donde Eduardo Giovannini procedería nuevamente, de acuerdo a los tiempos que considere necesario, a tomar declaración indagatoria al ex arzobispo.
El Código Procesal Penal en su artículo número 35, inciso 3, describe una conexidad objetiva de causas que se presentaría "... cuando un delito se cometió para perpetrar otro, facilitar su comisión o procurar a alguien su provecho o impunidad..." y es posible que precisamente la situación contemplada en último término se establezca entre las dos causas, precisa el alto tribunal en un fallo firmado por los magistrados Elbio Franchini, Julio de Olazábal y Daniel Amadio.
La conexidad de ambas causas está probada para un asunto en el que la denuncia por abusos sexuales sigue siendo el eje central, aunque no le resta importancia a la causa por coacción contra el padre José Guntern, si se tiene en cuenta que el objetivo de esa acción fue modificar palabras o declaraciones del sacerdote en las que comprometía a Storni.
Esta causa, en manos del juez Julio César Costa, se instruye por coacciones contra el anciano sacerdote y en su marco fueron procesados varios vicarios colaboradores de Storni. Todos estos, en mayor o menor medida, fueron participantes de la reunión que se efectuó en el Arzobispado el 22 de agosto del año pasado en la que Guntern denunció que fue amenazado, incluso de muerte, para que firmara un escrito retractándose de las declaraciones que involucraron al entonces arzobispo sobre la causa que, precisamente, investiga Giovannini. De allí que la conexidad aparece como obvia.
Cabe recordar que de acuerdo a lo que declaró el canciller del Arzobispado, Carlos Scatizza, Storni había estado esa noche allí, siendo todavía el máximo jefe de la Iglesia local, y nadie duda de que estaba al tanto del encuentro entre sus colaboradores cuando éstos presionaron a Guntern. Además hay testimonios que involucran al ex arzobispo como quien dio la orden de que a Guntern se lo fuera a buscar y se lo trasladara a la sede episcopal.
De acuerdo a la interpretación de quienes sostienen la conexidad, no es admisible que en el auto de procesamiento de Julio César Costa figuren los presuntos enviados y no se encuentre por el contrario el nombre de quien fue el que habría enviado a los sacerdotes a buscar al párroco, aunque algunos de los mismos haya tratado de desvincularlo del hecho.
Volvería a declarar
Ayer en ámbitos tribunalicios se estimaba que, aún sin precisar fecha, el juez Giovannini procederá a tomarle nueva declaración a monseñor Storni. En esta oportunidad se espera que su presencia en el juzgado no se realice en el mayor de los misterios, como ocurrió el año pasado cuando se armó todo un operativo para impedir el acceso a la prensa.
Actualmente, el ex arzobispo santafesino se encuentra radicado en una casa de la localidad cordobesa de La Falda, solventada y adquirida especialmente por el Arzobispado de Santa Fe. El mes pasado, su abogado defensor, Eduardo Jauchen, presentó un recurso de inconstitucionalidad impugnando por falso y arbitrario el fallo dictado por la Sala IV de la Cámara Penal, precisamente la que en uno de los puntos advierte sobre la existencia de conexidad entre las causas que tramitan en los dos juzgados de instrucción.