Año CXXXVI
 Nº 49.856
Rosario,
jueves  29 de
mayo de 2003
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El presidente Alejandro Toledo decretó el estado de emergencia por 30 días
Perú se militariza para contener la ola de huelgas y manifestaciones
Blindados y tanquetas recorren las calles de Lima. Los maestros continúan el paro por tiempo indefinido

Lima. - Los militares salieron ayer a las calles de las principales ciudades del Perú para garantizar el control interno ante la ola de huelgas y manifestaciones en demanda de mejoras económicas y sociales. Las fuerzas armadas del Perú, respondiendo al estado de emergencia implantado el martes, desalojaron a manifestantes que habían bloqueado algunas calles y carreteras, disolvieron una marcha de maestros huelguistas frente al Congreso y se apostaron en lugares estratégicos con vehículos blindados y tanquetas. No se reportaron enfrentamientos.
La ola de huelgas se inició hace 16 días con el poderoso gremio magisterial al cual se sumaron esta semana agricultores, campesinos, médicos y enfermeras de la seguridad social, y el poder judicial. Un paro de policías estaba anunciado para los próximos días, en medio de denuncias de bajos sueldos entre los miembros de esa institución.
El presidente Alejandro Toledo decretó el estado de emergencia por 30 días, con lo que se suspenden las garantías individuales, como los derechos a reunión y manifestación, y se permiten detenciones y allanamientos sin orden judicial. En la capital del país, Lima, un contingente militar desalojó sin violencia en la madrugada a cientos de maestros públicos que se habían apostado frente al Congreso en demanda de aumentos de sueldos. Hasta ayer al mediodía, el Palacio Legislativo permanecía bajo la vigilancia de decenas de militares que portaban chalecos antibalas y armas automáticas.
En el interior, las fuerzas de seguridad "limpiaron" las carreteras de piedras y neumáticos quemados por agricultores que reclaman una reducción de los impuestos y mejores condiciones sociales, según reportes radiales. "Una cosa es la democracia y otra cosa es que dentro de la democracia haya grupos que entiendan que ésta significa destrucción de la paz", dijo el primer ministro, Luis Solari.
Entre tanto, el gobierno declaró ilegal -según un decreto publicado en el diario oficial El Peruano- la huelga de los maestros públicos, lanzada hace más de dos semanas por aumentos salariales, y anunció sanciones para los profesores que no acudan a sus labores. Sin embargo, la decisión gubernamental pareció no surtir efecto inmediato, ya que muchas las escuelas públicas se veían vacías. "Vamos a continuar con la huelga, los maestros seguimos en la lucha", dijo Nilver López, secretario general del Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación (Sutep), quien lamentó que se haya llegado a adoptar esa medida.
Las manifestaciones y las protestas violentas, así como la ola de huelgas que han afectado los servicios de educación, salud y el sector agrícola, se han convertido en un dolor de cabeza para Toledo, cuya popularidad ha caído a un 14% después de casi dos años de haber llegado al poder. La totalidad de los gremios en huelga le exigen el cumplimiento de las promesas electorales. Las protestas se producen pese a que el mandatario ha logrado buenos resultados macroeconómicos: una expansión económica del 5,2% el año pasado, una de las mayores tasas del mundo, frente al avance de 0,2% el 2001.
Pero los peruanos están decepcionados con Toledo, pues sienten que no ha cumplido con su promesa de reducir la pobreza, que alcanza a poco más de la mitad de los 27 millones de habitantes, y el desempleo, que bordea el 10% de su población laboral. "Es una decisión que tiene un gran impacto político, pero esto no va a resolver los problemas porque estos tienen una raíz económica y social", dijo el analista político Luis Pacheco. La decisión de declarar el estado de emergencia fue aplaudida por los empresarios que se vieron perjudicados con el bloqueo de carreteras que afectó el comercio.

Mercados nerviosos
Sin embargo, los mercados locales reaccionaron negativamente desde el inicio de la jornada. La moneda peruana cayó a 3,502 soles por dólar, su nivel más bajo del año, mientras la bolsa limeña bajó, aunque con reducido volumen por el nerviosismo de los inversores, según corredores. "Yo creo que es más una medida cosmética que sustantiva. Esto desafortunadamente está llevando a que el gobierno parezca que es autoritario y antilaboral...y yo no creo que eso es completamente verdad", dijo el analista José Cerritelli, del banco de inversión Bear Stearns, desde Nueva York. La porción de deuda peruana en el índice JP Morgan Emerging Market Bond Index Plus cayó 1,66% en Nueva York, después del anuncio del estado de emergencia.
La última vez que Toledo declaró el estado de emergencia fue en junio del 2002, pero la medida se limitó a las ciudad sureña de Arequipa, en medio de protestas contra la privatización de dos empresas eléctricas. (Reuters y DPA)



Judiciales protestan frente al Palacio de Justicia.
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