Newell's es temible cuando ataca, pero también lo es cuando defiende. El conjunto del Bambino tiene una enorme capacidad para generar juego y atacar, pero al mismo tiempo carece de recursos para contener y recuperar el balón. Los rojinegros le imprimen un fuerte vértigo a cada incursión en el campo contrario, pero a su vez otorgan todas las ventajas del medio hacia atrás. Por estas dos caras tan notorias de un mismo equipo, es que anoche lo que debió haber sido un triunfo por varios goles concluyó en un empate. Inexplicable si se atiende a los 50 minutos durante los cuales los jugadores del Bambino fueron protagonistas excluyentes. Previsible si se consideran esos momentos de impotencia cuando perdió la pelota. En síntesis, el mismo equipo, Newell's, hizo todo. Proyectó una victoria amplia y concluyó con una insulsa igualdad.
Ni el más pesimista de los hinchas rojinegros imaginó que el partido podía terminar 1 a 1. Es que a los pocos minutos de juego y en la segunda aparición de Damián Manso, el anfitrión llegó al gol. Una impecable combinación del Piojo, Rosales, Villar y Silvani derivó en la conquista del Cuqui. En una misma jugada los ñulistas combinaron velocidad, certeza, habilidad y definición. Para qué más. Suficiente demostración para estar acorde a la extraordinaria recepción que el club preparó con fuegos artificiales por doquier para motivar hasta al más tímido.
Ni siquiera el fuerte cabezazo del Pampa Sosa al minuto que de manera ejemplar sacó Palos junto a su caño derecho sirvió para amedrentar a Newell's. Porque con la diferencia obtenida los dirigidos por Veira fueron por más. Villar y Manso se asociaron para transformar en estatuas a los volantes platenses, mientras Rosales dejaba perplejo a Licht en cada excursión por su costado.
Unos minutos después Newell's pudo bajar el martillo para rematar el encuentro. Villar, Silvani y Rosales se encontraron justo a tiempo. Olave tapó el envío del diminuto delantero y la pelota le quedó en bandeja para que Liendo la empujara, sin embargo le pegó tan mal que se fue por arriba del horizontal. Fue tan clara como tantas otras que se presentaron después. Pero Newell's no lo hizo.
Ya en el complemento una rara sensación comenzó a recorrer el estadio, porque Domínguez llegaba tarde para contener y se confundía con Grabinski y Fernández para marcar. El improbable gol platense ya no lo era tanto. Habían pasado apenas cinco minutos del penal que Elizondo no cobró por infracción de Brusco a Silvani, cuando el árbitro sí sancionó el de Fernández a Lobos. Pero Sanguinetti le pegó tan fuerte que estrelló el balón en el travesaño.
A partir de ahí Newell's retrocedió demasiado, más por precaución propia que por presión ajena. Dispuso de algunos contraataques, pero también los dilapidó. Y cada ataque del Lobo aumentaba esa rara sensación. La que tomó forma de bronca cuando a poco del final Esteban González empujó de cabeza un centro pasado.
Pudo haber sido un triunfo holgado. Fue empate ajustado. Newell's lo hizo.
Síntesis
Newell's: 1 \Palos 6, Ré 5, Grabinski 3, Fernández 4, Adinolfi 5, Villar 7, Domínguez 3, Liendo 5 (78' Kmet), Manso 7 (85' Marino), Rosales 6 y Silvani 5. Suplentes: Pocrnijc, Ruiz y Saucedo. Técnico: Héctor Veira.
\Gimnasia: 1 \Olave 5, Sanguinetti 5, San Esteban 5, Brusco 3, Licht 4, Leiva 5 (63' Pautasso 5), E. González 6, Gonzalo Choy 3 (56' G. Castillo 5), L. Lobos 6, Enría 4 y Sosa 5. Suplentes: Hernando, Verón y Turienzo. Técnico: Carlos Ramacciotti.
\Cancha: Coloso. Arbitro: H. Elizondo 4. Goles: 10' Silvani (NOB) y 87' E. González (GyE). Amonestados: Licht, San Esteban, Brusco y Castillo (GyE), Palos (NOB). Incidencias: 65' Sanguinetti marró un tiro penal.