Ocho kilos de drogas incautados, once personas detenidas, armas y vehículos secuestrados y el allanamiento de una docena de viviendas, entre ellas una del macrocentro donde funcionaba un laboratorio clandestino para el estiramiento y fraccionamiento de estupefacientes, fue el resultado de un megaoperativo realizado durante el día de ayer en distintos puntos de la ciudad. Los procedimientos, según fuentes policiales, fueron aunados bajo la carátula de "Operación Moreno" y consistieron en el corolario de una investigación que se inició en enero pasado para desbaratar una banda de distribuidores de drogas. La pesquisa fue llevada adelante por la Dirección de Drogas Peligrosas de la policía santafesina y Gendarmería Nacional, fuerzas de las cuales unos 60 hombres empezaron el mediodía de ayer los distintos allanamientos. El primero se realizó en Riccheri 3980 donde en dos bóvedas ocultas bajo el piso de tierra de un patio en el que se cultivaban plantas de marihuana fueron hallados 3 kilos de cocaína, otros tantos de marihuana, balanzas de precisión, dinero en efectivo y un revólver Magnum 357. Allí fue apresado un matrimonio de apellido Nóbile junto a sus dos hijos, de 38 y 24 años, defendidos por la ferocidad de dos perros Rottweiller. Poco después, en San Nicolás 3638, se apresó al Negro Vallejos, sindicado por la policía como el líder de la banda. En la vivienda, custodiada por otro perro de la mencionada raza, se secuestraron 3 kilos de marihuana y medio kilo de cocaína además de varias botellas con éter, un producto químico utilizado para el estiramiento de la cocaína. Asimismo, del lugar los policías se llevaron un Fiat Palio y un utilitario Volkswagen Caddy. Después fue el turno de tres viviendas ubicadas sobre calle Moreno al 3800. En las mismas, los investigadores encontraron no sólo droga (unos 200 cigarrillos de marihuana, otro kilo de la misma droga compactada y varias bochitas de cocaína) sino también zapatillas y cigarrillos ingresados al país de contrabando. Como resultado de estos allanamientos fueron detenidos dos hombres de apellido Vallejos, familiares del líder de la banda, y otro identificado como José Toro Sánchez. Pero las sorpresas llegarían a la tarde. En una casa de Uriburu al 700, donde se crían y adiestran perros como los encontrados en los primeros allanamientos, fue apresado un muchacho de 23 años identificado como Claudio. En su poder tenía marihuana y cocaína lista para ser comercializada, la que según los policías compraba "a cambio de cachorros de Rottweiller y su adiestramiento". También fueron requisadas dos viviendas de Hipócrates al 4600, otra en Moreno al 3900 y una más en Saavedra al 2500. En esos lugares se secuestró documentación que vincularía a sus ocupantes con la organización y un par de armas de fuego calibres 38 y 7.65. Finalmente, en Cerrito al 1700 fue localizado un laboratorio clandestino que estaba al mando de un farmacéutico de 63 años que fue detenido y cuya identidad no trascendió. En el lugar había numerosos productos químicos habitualmente usados para el procesamiento de la droga "en un total estado de falta de higiene y desidia" que para los investigadores "suponen un verdadero peligro para los vecinos de la zona".
| En las bóvedas subterráneas escondían drogas y armas. | | Ampliar Foto | | |
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