Washington. - La administración del presidente estadounidense, George W. Bush, impuso una dura sanción a una empresa china por vender material balístico a una compañía iraní -también castigada-, en lo que Washington considera una proliferación de tecnología misilística. Las sanciones privarán de exportaciones por 100 millones de dólares al mercado norteamericano en los próximos dos años a uno de los más grandes conglomerados chinos, según documentos y funcionarios norteamericanos. Uno de los funcionarios dijo ayer que las sanciones impuestas a la empresa North China Industries son al parecer las más severas contra una firma del país asiático por un gobierno estadounidense.
La compañía iraní sancionada es el Grupo Industrial Shahid Hemmat. "Esta sanción es realmente grande", dijo el funcionario al comentar la decisión estadounidense.
Las sanciones fueron reveladas en documentos presentados ante la Oficina de Registro Feder al, un organismo oficial al que se reportan todas las nuevas regulaciones y decisiones federales. "Lo que los chinos hicieron con Irán fue realizar una transferencia específica que representó una contribución material al programa iraní de misiles balísticos", dijo el funcionario, pero declinó dar más detalles.
La decisión ocurrió en momentos en que las relaciones con China han estado mejorando en muchas áreas y antes de una reunión entre los presidentes de Estados Unidos, George W. Bush, y de China, Hu Jintao, prevista para junio.
Poderío militar obsoleto
Según dijeron expertos, China se halla al menos dos décadas detrás de Estados Unidos en la modernización de su poderío militar y es poco probable que pueda desafiar seriamente a Washington tanto en Asia como en el mundo. En un nuevo informe, el Consejo de Relaciones Exteriores advirtió que no se debe reaccionar de forma exagerada ante el fortalecimiento de la defensa de Pekín y dijo que en un futuro previsible el gigante comunista estaría probablemente restringido por demandas nacionales, como la sucesión política, asuntos de salud pública y desempleo. Algunos funcionarios y analistas de Estados Unidos, en particular conservadores, han lanzado señales de alarma por el rápido crecimiento del presupuesto militar chino en los últimos 13 años y advirtieron que Pekín pronto podría desafiar la hegemonía estadounidense en Asia. (Reuters)