Año CXXXVI
 Nº 49.850
Rosario,
viernes  23 de
mayo de 2003
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El sueño cumplido. Por la noche, hubo retrasos y congestionamientos
Unos siete mil vehículos circularon por el puente en el día de su estreno
El tránsito fue liberado cerca de las 14.30. Desde ese momento, la gente cruzó eufórica y agitando banderas

Pablo R. Procopio / La Capital

¿"Dónde está la estación de servicio?", preguntó el conductor de un ciclomotor que transportaba a dos personas. Claro, les quedaba poco combustible para poder terminar la extensión de casi 60 kilómetros que tiene el recién estrenado puente Rosario-Victoria. Pero, durante toda la traza no hay estación alguna. Conclusión: un alma caritativa terminó remolcando a la motito en una pick up. Miles de rosarinos y victorienses no quisieron perderse ayer la habilitación de la conexión. Desde que se liberó el paso desde ambas cabeceras, cerca de las 14.30, transitaron en caravana durante horas sin pausa para ser parte del debut. Llevaban sobre sus vehículos banderas argentinas mientras iban cantando y gritando. Pero, como en cualquier congestión que se precie de tal, hubo accidentes. Los responsables de la empresa Puentes de Litoral registraron dos más o menos importantes y varios leves. Así y todo, cerca de 7.000 vehículos circularon hasta la medianoche.
Los datos quedaron registrados en las cabinas de peaje y la computadora no miente. Eran las 14.34 cuando un auto pasó por allí desde el carril que va a Victoria, mientras que una moto hizo lo propio en sentido contrario a las 14.49. Los dos rodados se convirtieron en los primeros en cruzar hacia las orillas enfrentadas de Santa Fe y Entre Ríos. Historia pura.
Cuando a las 11.45 se cortó la cinta de la inauguración, el sol le hizo un guiño entre las nubes a la fiesta de ayer. Después, todo fue algarabía, desenfado, libertad. La gente marcó un protagonismo único. Por un lado, quienes ya desde las 6 comenzaron agolpándose en las cercanías del inicio de la traza en Rosario para pasar antes que nadie. Por el otro, los que recorrieron la unión física en camión, moto, camioneta y coche, incluso haciendo dedo. Algunos tomaban fotos, miraban con largavistas, hacían flamear banderas, filmaban y soportaban estoicamente que su rodado, de repente, se descompusiera.
El paso no se detenía cuando apenas habían pasado las 16. Desde el automóvil que trasladaba a La Capital se veían pasar familias enteras, solitarios en dos ruedas o camioneros que inauguraban el trayecto por el puente en su hoja de ruta, como un modo incomparable para acortar distancias y, por ende, ahorrar dinero. Aunque, a partir de la medianoche el peaje de 9 pesos comenzó a tener vigencia.
Durante el trayecto, el público también aprovechaba para tomarse descansos y solía parar en los espacios habilitados para eso. Desde allí, saludaba a los demás entre aplausos y cánticos, incluso futboleros. Como los que se escucharon desde una chata que llevaba la bandera rojinegra de Newell's.
Las banquinas estaban embarradas, situación que perjudicó el tránsito de los autos que las pisaron al lado de las pronunciadas pendientes de los terraplenes hacia el río. Es más, la enorme cantidad de vehículos en fila produjo varios encontronazos, ante la escasa distancia entre uno y otro.
El primer accidente de importancia fue a las 16.30, apenas dos horas después de la habilitación al público. A ocho kilómetros del inicio de la traza desde la cabecera local, colisionaron un Renault 11 y un Renault 12. El conductor del segundo dobló en U con dirección a Rosario en un sector con doble línea amarilla. La maniobra provocó que impactara con el otro auto, donde viajaba una pareja. Una mujer resultó herida y atendida en el lugar. Luego, confesó que no llevaba el cinturón de seguridad.
Pero más tarde, a las 18.10 se produjo un cuádruple choque a 5 kilómetros de Victoria (cerca del arroyo Seybal). También una mujer sufrió lesiones y tuvo que ser hospitalizada en Rosario con heridas leves. Este accidente fue la causa de un terrible congestionamiento en la zona que recién finalizó a las 22.40. Para evitar mayores inconvenientes, el tránsito vehicular era liberado en tandas cada cinco minutos. Desde la cabecera Rosario, en tanto, los autos también comenzaron a pasar con cuentagotas, aunque la situación se normalizó unas dos horas antes.
Santiago (17) miraba el paisaje con prismáticos mientras su padre lo conducía en una camioneta Toyota Hylux. La mayoría de los rodados iba con las luces bajas encendidas, obligatorio en la rutas nacionales.
Juan (25) es un asiduo visitante de las islas y decidió llevar a su novia en auto para que conozca Victoria. En el trayecto se lamentó por las "irregularidades" en el cuidado del medio ambiente. "El camino eliminó riachos que obligatoriamente terminaron convirtiéndose en bañados", dijo. Luego, expresó: "Vimos aves muertas por el impacto ambiental".
Aldo, Ricardo, Rubén y Francisco son amigos de Villa Gobernador Gálvez. Decidieron echar un vistazo corto y volvieron a los 10 kilómetros de la entrada local. Estaban ayer fuera de su Volkswagen Gol, saludando a los demás. Al lado, otro grupo los invitaba a sacarse una foto juntos, para inmortalizar la unión, como el abrazo de dos regiones, que soñó Urquiza y que ayer se concretó entre Rosario y Victoria.



Las caravanas de vehículos parecieron interminables.
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