Los atentados de Afula y de Jerusalén (domingo) señalan la aparición de una nueva clase de terroristas suicidas en las filas palestinas. La atacante de Afula era una joven, algo que se dio muy pocas veces en la Intifada (que con los dos atentados de ayer sumó 95 en 32 meses). El suicida que el domingo se subió a un autobús en Jerusalén disfrazado de judío ortodoxo era un muchacho de 18 años, estudiante del Instituto Politécnico de Hebrón. La extrema juventud de los kamikazes fue algo que también notaron los sobrevivientes de los atentados del viernes en Marruecos. Algo que indica la abundancia de reclutas candidatos a kamikaze entre los militantes de grupos extremistas islámicos, como el palestino Hamas o el marroquí sindicado como autor de los atentados de Casablanca, La Recta Vía.
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