 |  | El plan de paz árabe-israelí se desvanece
 | Christian Fuerst
Jerusalén/Gaza.- Apenas el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, abandonó Israel, el ejército israelí volvió a incursionar en el territorio autónomo de la Franja de Gaza. En pocos días, murieron nuevamente seis palestinos. Los extremistas tampoco se contuvieron: Los militantes palestinos lanzaron una serie de misiles de corto alcance contra el asentamiento israelí de Sderot. Varias granadas de mortero cayeron sobre asentamientos judíos en la Franja de Gaza e hirieron a diez soldados. Al mismo tiempo, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, retiró su anuncio de que estaba dispuesto a desmantelar importantes asentamientos judíos en Cisjordania. Apenas dos semanas después de la difusión del plan de paz internacional para Medio Oriente por parte de EEUU, la ONU, Rusia y la Unión Europea (UE), la desilusión volvió a la región. Hasta ahora, ambas partes ignoran los pedidos de moderación militar de Washington y la UE. Por el contrario, los dos bandos cuestionan públicamente las intenciones de la otra parte. Los "gestos de buena voluntad", que pide la "hoja de ruta" a Israel, no quedaron en nada. El ejército de Israel prosiguió con sus excursiones diarias en las ciudades palestinas, y por el otro lado no hay ningún tipo de señales de que el nuevo gobierno de Mahmoud Abbas vaya a tomar las riendas en la lucha contra la violencia o de que siquiera pueda hacerlo. Al mismo tiempo, los extremistas palestinos tratan por todos los medios hacer fracasar el plan de paz. En vistas de la profunda desconfianza de ambas partes, todos los analistas en Israel prevén el fracaso del plan, que debía proporcionar en un lapso de tres años un Estado propio a los palestinos y llevar la paz a toda la región. La actitud despectiva de Sharon, que quiere adaptar la "hoja de ruta" en varios puntos a los deseos israelíes, no permite esperar nada bueno, según los analistas. Sharon no está realmente dispuesto a permitir a los palestinos un Estado propio en el que puedan vivir. En lugar de ello, ansía la "cantonización" de Cisjordania, es decir, la fundación de pequeñas ciudades-república palestinas, rodeadas de asentamientos judíos. No llama la atención que, en vistas de semejantes informes, Abbas se mostrara reticente a encontrase con Sharon para mantener conversaciones. "Será un diálogo de pantomimas", opinó cínicamente un palestino a medios israelíes. (DPA)
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