El dibujante Dante Quinterno, creador de la célebre historieta Patoruzú, un indio de las pampas argentinas, famoso por su bondad, inocencia, nobleza, valentía, patriotismo e integridad moral, falleció ayer a los 93 años. La noticia de su fallecimiento fue anunciada en primer lugar por un vocero de la Secretaría de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, y luego confirmada por fuentes de la editorial Universo, a cargo de sus publicaciones.
Antes de los "huija" y los "canejo" que hicieron famoso a Patoruzú, con apenas 18 años Quinterno comenzó a publicar en el diario Crítica la tira "Un porteño optimista", que poco después se transformó, en "Las aventuras de Don Gil Contento".
Espejo de una imagen muy cercana a los porteños, el personaje que con los años se convirtió en Isidoro Cañones, resumía el perfil del vividor, juerguista nocturno, cínico y jugador, un bon vivant al que le gustaba tirar manteca al techo.
En octubre de 1928, Quinterno presentó al indio tehuelche de la Patagonia Curugua-Curiguaguigua y posteriormente desde el diario La Razón el padrino Don Gil Contento comenzó a ser acompañado en sus correrías por el cacique, rebautizado Patoruzú.
Isidoro Cañones, por la puerta grande
Ya con el nombre de Isidoro Cañones, en 1935, la serie se trasladó al matutino El Mundo, entonces dirigido por Muzio Sáenz Peña, en lo que se considera el tercer nacimiento de estos personajes.
Varios de los biógrafos de la historieta argentina, coinciden en que el personaje de Patoruzú condensa una suma de valores, contrapuestos a los de Isidoro: bondad, inocencia, nobleza, valentía, patriotismo e integridad moral.
Con sus características vincha y pluma en la cabeza, su poncho criollo, su formidable nariz y enorme dedo gordo del pie, dotado de una fuerza poco común, el personaje surge como historieta propia en 1936, con un formato apaisado que fue toda una novedad en el periodismo gráfico.
"Ya me tenís, chei, jineteando una revista, crioya hasta los caracuses, que, como siempre, está pa'vos, juntito al corazón. Ansina lo he soñado y ansina ha di ser, e canejo!", disparó Patoruzú a sus lectores en la presentación del primer número.
Después fueron apareciendo los demás personajes que, al paso de los años, conformaron la familia del cacique: sus hermanitos Upa y Patora (siempre enamoradiza), la Chacha, el caballo Pampero y el perro Mandinga, entre otros.
Primero mensual, luego quincenal y, finalmente semanal, la revista de Quinterno llegó a tener tiradas de más de 300.000 mil ejemplares, a la que se sumaron posteriormente los recordados Libros de Oro que chicos y grandes leían con fruición en las fiestas de fin de año.
Quinterno fue considerado un conservador respecto de sus ideas políticas, y en ese sentido Patoruzú encarnó el nacionalismo de las clases altas de los años 20 que rechazaban el yrigoyenismo, la inmigración europea y el movimiento obrero.
A fines de los años 60, y con la finalidad de actualizar al personaje, Patoruzú rescatará a Los Beatles de un secuestro ocurrido en Buenos Aires, así como en los 90 luchó contra una red de falsificadores de dólares y de autos truchos, sin incursionar en el ámbito político, sólo desde el humor.
Quinterno siempre fue enemigo de los flashes, y se movió entre las redacciones retando a sus dibujantes si los trazos de sus personajes eran diferentes a los imaginados por él. Desde los años 70 su presencia se diluyó aún más desde que se dedicó a la actividad forestal y ganadera en una estancia de Brandsen.
El destacado caricaturista, que había nacido el 26 de octubre de 1909 en la Capital Federal, proviene de una familia numerosa conformada por su padre, Martín Quinterno, su madre, Laura Raffo, y sus hermanas, Celia, Luisa y Laura.
Su abuelo paterno, Pedro, era de origen piamontés y se había instalado en la zona de San Vicente, donde adquirió chacras para dedicarse al cultivo y comercialización de frutales.
Dante realizó sus estudios en el colegio Bernardino Rivadavia, época en que se dedicó a la práctica del boxeo y del remo.
En 1924 enviaba sus dibujos a varios diarios porteños y, en 1925 hizo su debut profesional como dibujante con la tira Pan y truco, publicada en El Suplemento.
En 1938, se casó con Rosa Schiaffino, con quien tuvo a sus hijos Dante, Walter y Mónica.
En un reportaje concedido en 1931, dijo que Patoruzú fue hecho a partir de recorrer la Argentina y conocer a sus aborígenes. "Elegí al más bonachón", aseguró. "Es el hombre perfecto dentro de la imperfección humana", definió Quinterno entonces a su personaje tehuelche.
Los éxitos llevaron a la creación de las Correrías de Patoruzito, el indio en su épocas de niño, y las Locuras de Isidoro.
Sus dibujos formaron parte del cine, el 20 de noviembre de 1942, se estrenó en el cine Ambassador -el mismo día que La guerra gaucha-, el corto de 15 minutos Upa en apuros, que fue el primer dibujo animado argentino en colores.
Durante la década del 50 dio un giro a su vida. Se dedicó a la actividad rural y ganadera, tras comprar campos en Cañuelas, Coronel Brandsen y Trenque Lauquen. y creó la revista Dinámica Rural.
Entre 1956 y 1957, se abocó a construir un auto deportivo casi idéntico a aquellos que suele conducir otro de sus personajes preferidos, Isidoro Cañones. (Télam y DyN)