Año CXXXVI
 Nº 49.842
Rosario,
jueves  15 de
mayo de 2003
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Sastre: vecinos no quieren que les fumiguen el patio
Malestar y preocupación por el efecto de los químicos sobre la salud en dos barrios linderos con campos

Luis Emilio Blanco / La Capital

Sastre. — Vecinos de los barrios Virgen del Carmen y Consorcio denunciaron en una sesión del Concejo que sus viviendas se ven periódicamente afectadas por las fumigaciones que se aplican sobre campos linderos y amenazan seriamente la salud. Estos problemas comenzaron en 1996 y desde ese año se realizaron diversas gestiones con la intervención de la policía y hasta de un juez, pero sin éxito.
"Nadie toma cartas en este asunto que se origina en un desprolijo criterio de urbanización. No vivimos en un asentamiento clandestino", enfatizó una vecina, quien cargó contra las autoridades que no previeron situación como esta al edificar viviendas en terrenos linderos con sembradíos o no tomaron medidas para resguardar la salud de los vecinos.
Por su parte, los ediles aclararon que sólo pueden dictar normas que permitan fumigar a una distancia prudencial pero no pueden establecer más prohibiciones que las previstas en las leyes provinciales y nacionales. Además, recomendaron que cuando se den estos casos se asiente la denuncia ante la policía para que se pueda corroborar si hay autorización municipal con certificación extendida por un ingeniero agrónomo y también se posibilite la extracción de una muestra para chequear si el fitosanitario aplicado es permitido cerca de áreas pobladas.
La falta de respuesta genera en vecinos de ambos barrios una sensación de impotencia que se repite cada vez que ven a través de la ventana el paso del fumigador a no más de 10 metros. "Hace poco fumigaron y el viento soplaba desde la costa. Era como si nos estuvieran regando el jardín de la casa", contó una mujer.
"Más allá de la reglamentación que hizo el Concejo, hacemos gestiones porque nos fumigan a cuatro metros de nuestras casas. Es como si te tiraran Raid en la cara", adujo Alejandra de Cagliero, quien junto con su esposo Oscar y otro vecino, Diego Viñuela, llevaron el problema al Concejo. "Lo que pretendemos es que cerca de nuestras casas se deje un sector amplio sin fumigar para evitar problemas de salud que tienen nuestros chicos", afirmó Viñuela. "Cuando uno lleva un chico al alergista -acotó Cagliero- o surge un caso de enfermedad, lo primero que te preguntan es si están fumigando cerca".


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