Catástrofe. Ofrecerían alimentos que puedan ser calentados

Buscarán optimizar la asistencia alimentaria para los evacuados

La provincia consideró lógica la preocupación de la sociedad por los precios y la calidad de las comidas

El ministro de Hacienda, Miguel Asensio, admitió ayer que "el Estado adquirió algunos bienes presionado por la emergencia y debió salir a comprar a las apuradas en los primeros días de la crisis" a partir de lo cual admitió que se han dado sobreprecios y abusos por parte de ciertas empresas proveedores de alimentos.
Asensio salió así al cruce de protestas por la comida que se entregaba en las raciones diarias y los precios que el Estado debió pagar, precisando que "el Comité de Crisis se ha tenido que manejar en primer término con una serie de doce empresas, varias de las cuales no pudieron cumplir con sus compromisos, quedando solamente las que respondieron a las exigencias de las demandas", entre ellas la firma Poet.
Asensio prefirió no responder al interrogante sobre los precios de las raciones -oscilarían entre 2,50 y tres pesos más IVA- y respondió en cambio que consideraba lógica la preocupación de la sociedad no sólo por los precios sino también por alcanzar mecanismos que permitan optimizar los medios para mejorar la calidad de la comida.
Incluso, mencionó que en el Comité de Crisis "se está analizando la posibilidad de ofrecer alimentos que puedan ser calentados en los mismos centros de evacuados -entregando anafes y ollas- con lo cual se podrán obtener costos sustancialmente inferiores y de mejor calidad para los afectados".
El tema de la comida estalló cuando el gobernador Carlos Reutemann durante una visita a un centro de evacuados comprobó que las raciones de comida distaban mucho de ser óptimas y justificaban las protestas de los refugiados. El mandatario puso el grito en el cielo y a partir de ese momento se previeron cambios en las contrataciones. El funcionario dejó en claro que las contrataciones efectuadas se realizaron por plazos breves, en el mismo momento que se aguardaba la llegada del Ejército, que ahora las está distribuyendo en reemplazo de las raciones que venían enlatadas por las empresas contratistas privadas y que no respondieron a los mejores niveles de precios.

Los camiones distribuyen raciones a los afectados. (Foto: Roberto Paroni)