Mientras el trabajo incesante de las bombas extractoras ya había desalojado hasta anoche el 70 por ciento del total de la masa hídrica que anegó el casco urbano de la capital santafesina como consecuencia de la crecida del río Salado, el gobierno provincial rehabilitaría el lunes el puente de la autopista Rosario-Santa Fe ubicado en el acceso oeste, cuyo terraplén socavado por las aguas ya comenzó a ser rellenado.
"Las tareas de bombeo se siguen desarrollando con normalidad. Si bien no podemos realizar una estimación en volúmenes, ya se ha desagotado aproximadamente el 70 por ciento de la zona afectada por la inundación y estimamos que en cuatro días más estaremos terminando de expulsar toda el agua que ingresó a la ciudad con la crecida", informó a La Capital el ministro de Obras, Servicios Públicos y Vivienda, Edgardo Berli.
El funcionario precisó que ayer se encontraban en funcionamiento entre 35 y 40 bombas, entre ellas la llegada el fin de semana desde los Estados Unidos que extraen el agua de los barrios que aún permanecen anegados a un ritmo de unos 35 millones de litros/hora.
Al cabo del sexto día de iniciados los trabajos de bombeo, hasta anoche sólo permanecían inundados -con una altura máxima de 50 centímetros- algunos sectores de los barrios Santa Rosa de Lima, Chalet y San Lorenzo, en tanto que la masa hídrica ya logró ser retirada completamente de las restantes zonas urbanas que habían sido invadidas por el río Salado.
Puente de la autopista
Berli también informó en diálogo con este diario que la empresa concesionaria de la autopista Brigadier Estanislao López, que une la capital santafesina con Rosario, se encuentra trabajando en el rellenado del socavón de cuatro metros de profundidad detectado en una de las cabeceras del terraplén.
Al mismo tiempo, técnicos de la cartera de Obras Públicas comenzaron ayer a realizar una batimetría en la estructura vial. "Se está realizando un estudio de suelo para verificar la peligrosidad de la erosión y el estado de los pilotes", precisó.
El funcionario se manifestó medianamente optimista de que los análisis técnicos resulten favorables, ya que "el puente y la carpeta asfáltica están en buenas condiciones", aunque aclaró que "habrá que esperar los resultados para determinar cómo afecta el socavón en el terraplén".
Si los estudios técnicos dan luz verde, las autoridades dispondrían la rehabilitación del tramo actualmente clausurado de la autopista "muy posiblemente el lunes próximo", con lo cual se descongestionaría significativamente el tránsito sobre el puente carretero que cruza el Salado entre la capital santafesina y Santo Tomé.
En cambio, no hay previsiones respecto de la rehabilitación de la ruta provincial 70 que conecta la ciudad de Santa Fe con Esperanza y Rafaela, debido a que la estabilidad del puente principal sobre el Salado fue afectada severamente por un socavón de más de dos metros sobre uno de sus pilotes.
Anoche los técnicos trabajaban intensamente en el cierre de todas las brechas abiertas oportunamente sobre el terraplén Irigoyen para permitir el escurrimiento en las zonas sur y oeste de la ciudad, las más afectadas por la crecida.
En ese sentido, Berli consignó que se procedía a rellenar el tramo del terraplén abierto al norte del puente carretero, en el barrio Chalet y otra brecha producida en las vías del ferrocarril por efecto de las aguas en la zona oeste, además de otros pequeños tramos que habían sido abiertos por efectivos del Ejército días pasados.
El único tramo de terraplén que por el momento no será clausurado es el que ordenó volar el gobernador Reutemann -bajo amenazas según consignó el mandatario- los primeros días en la avenida de circunvalación Mar Argentino, dado que ello aún está contribuyendo al escurrimiento definitivo de las aguas de la zona urbana. En ese lugar fue colocado además un puente Bailey para permitir el tránsito sobre esa importante vía de comunicación que bordea el extremo sur de la ciudad.
Finalmente Berli indicó a La Capital que la circunvalación oeste, que se extiende desde el acceso al puente carretero, en la zona sur, hasta el hipódromo de Las Flores, en el norte, prácticamente ya fue liberada de las aguas en toda su extensión.