Los hermanos Michael y Ralf Schumacher celebrarán el domingo en Spielberg un curioso jubileo: el Gran Premio de Austria será la centésima vez que ambos compartan un lugar en la grilla de partida de una carrera de Fórmula 1.
Se trata de un récord sin parangón en la máxima categoría del automovilismo deportivo, aunque el duelo entre los pilotos alemanes ha perdido trascendencia debido al dominio de Michael y su Ferrari.
Tal es así, que los objetivos de los hermanos para el Gran Premio de Austria son bien diferentes: mientras que el mayor de los Schumacher espera dar un "sorpasso" al actual líder del mundial, el finés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes), en la cima de las posiciones; Ralf, el menor, se contenta con poder subir al podio por primera vez en la temporada con su Williams-BMW.
Ambos cuentan, además, con motivaciones suplementarias para realizar una buena carrera en el circuito A1-Ring: Michael buscará borrar con un triunfo "limpio" el escándalo del año pasado, cuando fue primero gracias a una orden de boxes para que el brasileño Rubens Barrichello lo dejara pasar. Y Ralf, que reside en Salzburgo, pretende sacar un buen resultado en su "media patria".
No quiere mayor sueldo
Michael Schumacher no espera forzosamente un aumento de ingresos en caso de renovar su contrato con Ferrari debido a la difícil situación económica.
"En vista de la actual situación, no insistiré con toda seguridad en un aumento de sueldo", dijo el manager del alemán, Willi Weber.
Sin embargo, tampoco aceptará recortes. "Es el mejor piloto del mundo y tiene derecho a un pago adecuado", señaló el manager. El contrato de Schumacher con Ferrari expira recién a fines de 2004.
Segun estimaciones, Ferrari paga actualmente al pentacampeón mundial un sueldo anual de 38 millones de euros (unos 43,7 millones de dólares). Es considerado como el piloto major pagado en la historia de la Fórmula Uno.
La Ciudad
