Año CXXXVI
 Nº 49.842
Rosario,
jueves  15 de
mayo de 2003
Min 19º
Máx 23º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Catástrofe. El predio recibe diez veces más basura que antes de la inundación
La limpieza también contamina
El aluvión de residuos perturba a los vecinos del relleno sanitario. Las autoridades no tienen otra solución

Atilio Pravisani / La Capital

Cansados de los olores nauseabundos y la contaminación de las aguas que están anegando la zona, vecinos del barrio Altos de Noguera, en cercanías del relleno sanitario de la ciudad de Santa Fe, protestaron ayer con un corte de la calle de acceso al predio. La situación se extendió por algunas horas y generó un verdadero caos en el lugar, ya que rápidamente se formaron colas de varias cuadras de camiones repletos de basura que esperaban a que se liberara el tránsito. Los manifestantes quemaron cubiertas y otros elementos.
Cerca del mediodía se logró desactivar la medida y los camiones pudieron reiniciar el trabajo de descarga en el relleno sanitario. Los vecinos retiraron las barricadas cuando se les garantizó una reunión en la que se les brindaron detalles sobre la situación creada por la emergencia y la inevitable descarga en ese lugar.
La explosiva situación que en la tarde de ayer trataron de mitigar funcionarios municipales y provinciales ya se advertía desde hace varios días y fue aumentando a la par de la descarga de basura en un relleno que de recibir entre 100 y 150 toneladas diarias pasó a albergar más de 800.
"No se puede vivir más acá. Ni siquiera de noche. La gente tiene que vivir con las ventanas cerradas o quedarse afuera y ni siquiera abrir la puerta porque todo se hace insoportable. Para colmo no sabemos si las aguas no están ya contaminadas", sostenía a los gritos una mujer frente a las fuerzas policiales, quienes no la podían convencer de que si no desactivaban el corte se debería dar intervención a un juez.
Los accesos al relleno sanitario, a 10 kilómetros del centro capitalino, son de tierra y pueden anegarse como pasó días atrás. Por eso los funcionarios miran al cielo y rezan ante la posibilidad de que la lluvia interrumpa la recolección. No obstante, ante esa eventualidad se está previendo la utilización de terrenos portuarios.
La situación de los pobladores de la zona no es precisamente de las mejores. No sólo por los olores que los atormentan; ahora también se suma el avance de las aguas putrefactas desde las cavas que actuaban como reservorio y que hoy se encuentran abarrotadas.
Por este motivo hay temores en todo el barrio. "¿Quién nos garantiza que esa agua no está ultracontaminada?", se preguntan inquietamente y hasta con miedo por la posibilidad de enfermedades y otras graves consecuencias. "Hasta ahora solamente vinieron para vacunar a la gente, pero después nada más", se precisó entre los integrantes de los piquetes, quienes destacaron este detalle: "Los (trabajadores) que vienen en camiones llegan con barbijos y guantes y los que vivimos aquí estamos desguarnecidos".
El tema no tendrá una rápida solución, ya había problemas antes de que la inundación agravara todo. Por las dudas, los funcionarios municipales saben cómo atajarse: dicen que la mayoría de los vecinos levantó sus viviendas luego de que el relleno sanitario empezara a funcionar, por lo cual sabrían a qué se exponían.



Los vecinos del relleno sanitario hicieron un piquete. (Foto: Roberto Paroni)
Ampliar Foto
Notas relacionadas
Esa lluvia tan temida
Diario La Capital todos los derechos reservados