Año CXXXVI
 Nº 49.842
Rosario,
jueves  15 de
mayo de 2003
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Piedra fundamental de una obra para salvar a Venecia

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, puso ayer la primera piedra para la construcción del controvertido proyecto "Moisés" en Venecia que prevé la instalación de diques móviles para proteger la ciudad de las inundaciones. En el curso de la ceremonia, a la que asistieron 350 invitados, Berlusconi selló simbólicamente un bloque de piedra de 14 toneladas, bendecido por el patriarca de la ciudad, Angelo Scola, el cual será lanzado en uno de los desagües de la laguna, en el sector de Malamocco.
"Salvar Venecia es una prioridad para el gobierno", declaró el jefe de gobierno italiano, recordando que la realización de la obra figuraba entre las promesas hechas durante la campaña electoral de 2001. "Es una jornada histórica, una obra que conjugará el pasado y el futuro de la ciudad. Una obra que muchos creían que jamás se lograría realizar", aseguró por su parte el presidente de la región Veneto, Giancarlo Galan. Las autoridades al igual que los defensores del medio ambiente obtuvieron en varias ocasiones el aplazamiento de la construcción y habían pedido que se experimentaran proyectos alternativos para no comprometer el medio ambiente de la histórica ciudad.
El proyecto Moisés, que además de hacer alusión al patriarca de la Biblia, quiere decir también "Módulo experimental electromecánico", surgió tras 37 años de estudios, propuestas, polémicas y críticas. Después de la impresionante marea del 9 de noviembre de 1966, que provocó graves daños a la ciudad-monumento, considerada patrimonio de la humanidad y declarada de interés nacional en 1973, las autoridades locales y nacionales decidieron que había que hacer algo para salvar a uno de los lugares más sugestivos y hermosos de Europa.
La ciudad de Marco Polo, edificada sobre un grupo de islas de las lagunas del Adriático, con sus 90 iglesias bizantinas y sus ricos museos, ha sufrido históricamente por las mareas excepcionales, que acompañadas por fuertes vientos terminan por arrastrar el agua del mar a la laguna, afectando sus cimientos.
La obra, cuya primera piedra iba a ser posada en marzo, tiene un costo récord de cerca de 6 mil millones de euros y fue concebida en 1984 por el Consorzio Venezia Nova, un grupo de empresas privadas encabezadas por Fiat y encargadas por el Estado de salvaguardar la ciudad.
La batalla contra el proyecto, que fue aprobado dos veces y bloqueado otras dos por varias comisiones, inclusive por el Ministerio del Ambiente, se destrabó con la llegada al poder de Silvio Berlusconi. (AFP)


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