Teherán. - Un total de 182 ayatolás shiítas -de los cuales 138 eran iraníes- fueron asesinados en la cárcel iraquí de Najaf por agentes de Saddam Hussein, según consta en los archivos del Ministerio de Interior del derrocado gobierno de Bagdad. Según informaron ayer familiares de algunas de las víctimas los ciudadanos asesinados por el gobierno de Saddam serían no menos de 750 mil a partir de 1980. "Los grupos de resistencia iraquí están juntando y revisando documentos relativos a estos mártires. Estas pruebas serán dadas a conocer una vez completadas", agregó el ayatolá Ahmad Ansari Qomi, en declaraciones a la agencia Irna. Najaf -sede de la más importante escuela teológica shiíta en Irak- es también la ciudad donde el imán Khomeini pasó 15 años durante su exilio. Entre los religiosos víctimas de la represión, hay 18 parientes del ayatolá Mohammed Baqir al Hakim, jefe del Supremo Consejo para la Revolución Islámica en Irak, y tres familiares del ayatolá Mahmud Hashemi Shahrudi, jefe del poder judicial iraní, según los informes. En el otro extremo de la violenta realidad iraquí, varias personas de reconocida fidelidad a Saddam Hussein fueron asesinadas junto a sus familias por iraquíes que, en medio del vacío judicial del país, vengan por mano propia los crímenes de la ex dictadura, revela una investigación periodística que cita a políticos y testigos. No se trata de los peces gordos cuyos rostros estampan las cartas del mazo con los 55 ex funcionarios más buscados, sino ex entregadores, soplones de la ex policía política (mujarabat), empleados de Saddam o del gobierno o simplemente civiles que se mantuvieron leales al régimen hasta el fin, según estas fuentes. "Hace dos días, hombres armados llamaron a la puerta de nuestro vecino a las seis de la mañana. Entraron y dispararon contra toda la familia", relató un estudiante del barrio Baladiyat de Bagdad. (AFP y DPA)
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