El Hospital Centenario derivó ayer su primer paciente a un servicio de diálisis privado, después de la decisión de cerrar el ingreso de nuevas personas a la unidad de hemodiálisis por la epidemia de hepatitis B que ya generó 6 muertes entre quienes concurrían a esta sala. Si bien la directora del nosocomio provincial, Claudia Perouch, no quiso precisar qué centro asistencial recibirá al enfermo, aseguró que "la derivación de pacientes está garantizada". La médica indicó que "ya se firmaron los convenios" con un prestador de Rosario que "fue el único que se presentó" a un concurso de precios que se realizó hace 20 días cuando en el hospital ya querían despotenciar la sobrecarga que padecía el servicio de hemodiálisis del efector. Luego, la idea quedó en stand by hasta anteayer, cuando finalmente se decidió prohibir el ingreso de nuevos pacientes. La medida no afecta, en cambio, a los enfermos que ya se encuentran en tratamiento en el Centenario, que continuarán asistiendo a este lugar.
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