Baleado a la salida del bailable

Un chico de 18 años recibió un tiro en la espalda. Fue al final de una pelea de dos grupos en la zona sudoeste

Los dos grupos ya estaban enfrentados por un viejo robo y ayer a la madrugada se volvieron a encontrar en un local bailable de Rivarola y R. Lagos, en la zona sudoeste. La cosa primero se dirimió a trompadas dentro del local, pero siguió minutos después a media cuadra, donde uno de los contendientes desenfundó un arma y abrió fuego a discreción. Como resultado, un chico de 18 años recibió un tiro en la espalda que por azar no llegó a tocarle un pulmón. La policía aseguraba ayer que tenía identificado a un sospechoso.
Gonzalo Stragneri, el muchacho baleado, camina sin dificultad. Si no fuera por el vendaje que lleva debajo de la ropa nadie diría que siete horas antes alguien le disparó a menos de tres metros de distancia un balazo, que le atravesó el omóplato izquierdo y quedó inmovilizado a centímetros de un pulmón. Los médicos que lo atendieron en el Hospital Carrasco lo revisarán el martes próximo y allí determinarán si lo operan para extirparle el plomo.
"Me salvé de casualidad", dijo a La Capital Stragneri, quien no evidencia muestras de dolor. El chico confirmó que todos los viernes va a bailar a Area 14, el boliche ubicado sobre Rivarola a unos 150 metros al oeste de Provincias Unidas. Y que ayer a la madrugada estaba en uno de los grupos que chocó primero dentro del local y poco después en la calle.
"No se. Los conozco de vista. Uno de ellos le tenía bronca a un amigo mío. Nosotros fuimos a bailar y el tipo comenzó a buscar pelea", recordó el chico. Una fuente de la seccional 32ª, en donde se investiga el caso, comentó que el encontronazo dentro del boliche terminó a los golpes. "Se trató de un viejo robo que uno de los integrantes de un grupo infligió a uno de los amigos de la víctima. Esta acción enemistó a las dos banditas que a su vez frecuentaban el mismo boliche", describió un oficial de policía.
Gonzalo confirmó esa versión, aunque no aportó detalles ni nombres. "Cuando salimos a la calle, los patovicas nos sacaron de la puerta del boliche. Después caminamos hasta la esquina y ahí nos encontramos de nuevo. Un tipo sacó un arma y empezó a tirar cuando mi amigo se peleaba con otro. Creo que fueron dos balazos y yo grité: «dejá que se peleen mano a mano». Y el tipo se dio vuelta y me disparó", agregó.
La bala, que sería de un calibre chico tipo 22, le dio a Gonzalo en la espalda, debajo del hombro izquierdo. El agresor y sus acompañantes se dispersaron, y el herido fue trasladado al Hospital Carrasco. Si bien el proyectil quedó incrustado en el cuerpo, de casualidad no tocó un órgano vital y cerca del mediodía ya le habían otorgado el alta médica.
Desde la seccional 32ª, en tanto, comentaron que la investigación del episodio "está bien encaminada" a partir de los testimonios de amigos de Gonzalo que estaban junto a él y que pudieron brindar datos sobre el agresor.