Año CXXXVI
 Nº 49.831
Rosario,
domingo  04 de
mayo de 2003
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La derecha republicana gana espacio en los medios y el gobierno
Los neoconservadores ganan fácilmente el apoyo de la opinión norteamericana. Powell, en minoría

Patrick Anidjar

Washington. - Son muy dinámicos y proclaman su independencia: los centros de estudios de derecha ejercen, según observadores de la política estadounidense, una influencia considerable sobre la administración Bush, el Congreso, los medios y la opinión.
Estos analistas, explica el politólogo Stephen Wayne, "refuerzan las direcciones que la administración ha tomado en la mayor parte de su agenda conservadora", en especial en lo que concierne a la guerra en Irak, la lucha contra el terrorismo y la economía.
Para este especialista de la presidencia estadounidense, que enseña en la universidad de Georgetown de Washington, esos grupos "influyen en las personas o refuerzan las ideas de las personas que influyen sobre el presidente".
"Ellos son mucho más eficaces y tienen una mejor estrategia que los grupos liberales (de izquierda) en lo que se refiere a la difusión de las informaciones hacia el público, los medios, el Congreso", destaca Jeff Krehely, miembro de un comité que examina las acciones de los filántropos en Estados Unidos (National Committee for Responsive Philantropy).
En su opinión, las fundaciones y los filántropos conservadores son cada vez más numerosos para apoyar grupos de reflexión de derecha que otras organizaciones ligadas a la izquierda democrática.

Veinte años de esfuerzo
Una docena de fundaciones según el sitio ThirdWorldTraveler.com -"una alternativa a los medios cercanos al poder"- "ha montado en los últimos veinte años un esfuerzo impresionante y concertado para diseñar la línea política" en Washington.
Un estudio publicado en 1998 por Fair, una asociación de investigación de de medios, constata que "más de la mitad (53%) de citas textuales difundidas por la prensa destilan de los think tanks (los grupos de producción teórica y de reflexión) de derecha", contra 16% de citas emitidas por grupos similares de los liberales, demócratas o vecinos a ellos.
Además de la presencia masiva en los medios, es notable que un cierto número de consejeros que avanzan en el seno de la administración vienen de esos think tanks conservadores.
Uno de los más cercanos consejeros del Pentágono, Richard Perle, miembro del muy conservador American Enterprise Institute (AIE), es uno de los más escuchados por el secretario de Defensa Donald Rumsfeld. Perle participó de cerca en la elaboración de la campaña de Irak y la explicó a la prensa.
La propia esposa del vicepresidente de Estados Unidos, Lynn Cheney, es miembro de ese grupo, del cual Powell y Cheney discrepan a menudo. Sin embargo, Cheney es visto por muchos como el jefe de los neoconservadores, junto con el cada día más poderoso Rumsfeld.
Constantine Menges, un ex responsable de la CIA que trabaja ahora para otro centro conservador, el Hudson Institute, expresó puntos de vista conservadores a diferencia de los "moderados" del Departamento de Estado que lidera Powell, solitaria "paloma" en un gobierno dominado por "halcones".
Sin embargo, son pocos los neo-cons (neo-conservadores) en el seno del Departamento de Estado -a excepción de John Bolton, miembro del AIE, cercano a Israel y de la derecha estadounidense- que fueron impuestos a Colin Powell, según la prensa estadounidense.
El profesor Wayne destaca que los thinks tanks conservadores eran ya muy activos durante la administración Reagan, particularmente la Fundación Heritage y el Hoover Institute, cuyas publicaciones marcaron una huella en la derecha republicana en el terreno de la economía, la política social y la crítica de funcionarios públicos. (AFP)



Rumsfeld impone su criterio y Powell está en minoría.
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