Año CXXXVI
 Nº 49.831
Rosario,
domingo  04 de
mayo de 2003
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Editorial
De cara al ballottage

El próximo 18 de mayo la Argentina vivirá una instancia inédita en su historia: dos candidatos presidenciales definirán en segunda vuelta electoral quién de ellos ocupa el sillón de Rivadavia. En un rasgo que expone con claridad las peculiaridades nacionales, serán dos postulantes del mismo partido quienes den la pelea final por la primera magistratura. Entre los justicialistas Carlos Menem y Néstor Kirchner, con historias, características y propuestas distintas, se dirimirá una puja trascendental para el país, que a partir de allí deberá barajar y dar de nuevo con el objetivo de encarar un futuro difícil, pero que si la lección fue aprendida puede resultarle propicio.
Más allá de quién sea el triunfador -favoritismos previos al margen, la elección continúa signada por la incertidumbre- ya existen señales auspiciosas en relación con el porvenir. Las declaraciones que realizó días atrás el director gerente del Fondo Monetario Internacional deben ser encuadradas en ese rubro. "Estamos listos para trabajar con el nuevo gobierno argentino sobre un programa de reforma global, que será necesario para avanzar en los actuales beneficios acarreados por la estabilización", dijo Horst Koehler, sin manifestar preferencia por ninguno de los dos candidatos.
Esas palabras, pronunciadas por quien fue uno de los principales críticos de las políticas económicas nacionales en los últimos tiempos, marcan una pauta optimista. Esa misma impronta puede ser leída -siempre con la mirada dirigida hacia el sector financiero- en el recorte efectuado por la Bolsa de Comercio luego de la abrupta caída del lunes.
He aquí, entonces, el mensaje clave: uno u otro, pese a las diferencias que los separan, deben convertirse en garantes de valores impostergables, como la previsibilidad, la defensa de las fuentes de trabajo y el combate sin pausas contra la indigencia. Y aquí resulta crucial también el rol que cumpla la ciudadanía, que más que nunca deberá erigirse en fiscal de la gestión de gobierno.
Un último concepto en relación con la campaña: ojalá que el respeto predomine. Es el único modo de fortalecer tanto la República como la democracia.


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