Aníbal Fucaraccio / La Capital
Se quedó sin resurrección en el último suspiro. La endiablada fortuna que parece empecinada en presentarse adversa, un pique inesperado en el peor de los momentos y la falta de concentración en la recepción de una salida fundamental abortaron la tan necesaria reacción de Atlético que a los 41' del segundo parcial había pasado al frente por primera vez en el partido a través de un try de Vincenti y estaba un punto sobre Alumni con el tiempo ya cumplido. Pero en la reiniciación del juego, Plaza se equivocó feo, volvió a caer preso de sus propias imprecisiones, le robaron la pelota y recibió una anotación del fullback Abramovich sobre la bandera en la expiración misma del cotejo. Ese fue otro duro mazazo en su ya alicaído espíritu que se suma a la dura derrota ante Hindú de la semana pasada.
Los rosarinos no están atravesando un buen momento, sus dudas lo sumergen en una irregularidad preocupante, pero además no ligan una a su favor.
Gonzalo del Cerro había hecho una cirugía menor con algunas variantes tácticas para provocar un cambio de rumbo luego del efecto desvastador del huracán de Don Torcuato. A último momento se bajó Jorge Belotti, uno de los referentes que tiene este plantel, por un malestar hepático y entonces entró Todeschini en la posición de apertura y Gareis pasó de centro.
Pero el encuentro arrancó con la misma sensación de tibieza que viene acarreando Plaza desde que comenzó el certamen. Fue así como en el primer tiempo Alumni mostró una clara superioridad. Los de Tortuguitas fueron más prácticos, sólidos e inteligentes y aprovecharon mejor las oportunidades que tuvieron cuando pisaron campo rival. Los wines visitantes eran una amenaza constante y encima Plaza quedaba muy mal parado en defensa cuando se encontraba en posición de ataque y perdía muchas pelotas en el contacto.
En el inicio del complemento Plaza recibió un try penal que aumentaba las diferencias a un margen considerable. Pero a partir de allí surgió una renovación seria en la actitud colectiva. Y en eso mucho tuvieron que ver los cambios que produjo el entrenador del Cerro. Ingresaron Franco Rossi como octavo y Horcadas como ala, Emiliano Dalla Fontana pasó de segunda y allí el pack tuvo un funcionamiento mucho más aceitado y agresivo que desembocó en una dosis mayor de profundidad en el juego.
De esa manera nacieron los penales que se cobró Todeschini y el esperado try de Federico Vincenti parecía que traía vientos de sosiego en el convulsionado pasaje Gould. Pero otra vez un descuido echó por tierra el notable esfuerzo del segundo tiempo, clavó otra puñalada que ahonda una herida ya abierta y extiende aún más los tiempos de la ansiada recuperación plazona.
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La Ciudad
