Luis Castro / Ovación
La actitud por sobre todas las cosas. Eso sumado a la entrega, sacrificio, la concentración y juego colectivo, Newell's se quedó con un triunfo tan necesario para seguir creciendo y creer que se puede alcanzar ese objetivo llamado Copa Sudamericana. Se sabía de antemano que el rival de turno era sumamente complicado. El santo venía en ascenso y llegaba al Coloso con claras intenciones de seguir mejorando en el torneo. Por eso desde el arranque el equipo de Veira tomó el timón y condujo el destino del partido. Manso, conductor nato del equipo, estuvo movedizo y diagramó los ataques rojinegros. Y así, tanto Silvani como Rosales fueron constantemente alimentados con fútbol y se convirtieron en las armas temibles de la defensa azulgrana. Y así Rosales tuvo su primera chance con un remate que tapó pero que no pudo contener Saja. El rebote lo tomó Silvani y cuando se preparaba para festejar Morel Rodríguez le ahogó el grito de gol. Newell's iba con el corazón. Empujaba y aprisionaba a su rival contra su arco. Domizi le bajaba de cabeza una pelota para que el Cuqui la tocara al gol, pero esta vez Saja se hacía enorme y evitaba la apertura del marcador. Hubo que esperar hasta el complemento para que la lepra sacara rédito de su superioridad. Silvani fue el encargado de hacer delirar a su gente transformando en gol un tiro penal. Pero, se sabe, no siempre se le presenta sencillo a los rojinegros. Sólo cuatro minutos más tarde, Morel Rodríguez consiguió el empate. ¿Podría decirse inmerecido? Puede ser, pero se sabe que en el fútbol los merecimientos no tienen cabida. Sobre que a Ñuls le cuesta horrores llegar al gol había que empezar a remar de nuevo. Pero lejos de tener el clásico bajón anímico, los conducidos por el Bambino mantuvieron en alto esa actitud tan necesaria y reclamada por su gente que consiguió mantener el dominio futbolístico. Silvani y Rosales seguían probando los reflejos de Saja, hasta que el cordobés recibió una perfecta habilitación del Cuqui para sentenciar el 2 a 1 de la victoria. Newell's jugó su mejor partido del Clausura. Fue un triunfo inobjetable, sin margen para las dudas -más allá de la pálida actuación de Madorrán-. Sumó crédito para lo que vendrá. Y, como dijo el Bambino, jugando así el objetivo internacional se puede alcanzar.
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