Huracán atraviesa una crisis cíclica. No termina de acomodarse en primera que se viene a pique sin remedio. Así le viene pasando desde hace más de dos décadas, cuando conoció el gusto amargo de jugar en la B por primera vez. Nadie podía pensar a principios de esta temporada que podría estar en esta situación por la enorme distancia que tenía con respecto a los más comprometidos en la tabla de promedios, pero la única verdad es la realidad y hoy eludir el descenso parece un imposible para el club de Parque Patricios. Brindisi y Babington, dos históricos de la casa, nada pudieron hacer y se fueron antes de tiempo. Y desde hace un tiempo un hombre del riñón del club, Jorge Célico, agarró el timón con mucha fe pero con los mismos resultados. Siguiendo la última línea que marcó Babington, apostó por los pibes del club más algunos pocos experimentados (hasta se sacó de encima a Darío Cabrol) y con ellos realizó en estas dos semanas un intenso trabajo buscando revertir lo que parece inexorable. Intentó llevar a Mar del Plata al plantel pero la deuda con varios de ellos lo impidió. Trabajó entonces duro en el complejo de la Fuerza Aérea, pero debió soportar el cortocircuito entre uno de sus mejores valores, el uruguayo Carlos Camejo, con la dirigencia que casi termina en ruptura. Pese a todos los contratiempos, Célico sabe que a Huracán no le queda tiempo y por eso para el partido de esta noche sale a matar o morir, con una línea de tres en el fondo, aún sabiendo que con el más seguro esquema de cuatro defensores le fue horrible y la defensa cometió horrores. Sacó entonces a Ramón Pedro Ortiz y metió al enganche Milano, y las únicas dudas que tiene están en el medio: no sabe si hacer regresar a Garipe tras las suspensión o dejar a Monsalvo, mientras que aguardará hasta último momento a Cristián Fernández, quien se recupera de una distensión ligamentaria, sino seguirá Hircig. Entre el jueves y ayer entrenó muy duro en jugadas de definición y de pelota parada, y los que vieron las prácticas dicen que quedó muy conforme. Espera tal vez que por esa vía Huracán encuentre algo de paz que tanto necesita.
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