El robo de los dos utilitarios cargados con medicamentos perpetrado la madrugada de ayer no es el primero que ocurre en la ciudad. El 27 de julio de 2000, un grupo comando de diez hombres llevó a cabo un fenomenal golpe contra la industria farmacéutica local al alzarse con la carga de dos vehículos que estaban estacionados en un depósito de la zona sur. El botín, entonces, les reportó unos 100 mil pesos en medicamentos. A poco menos de tres años de aquel hecho, nadie esclareció lo sucedido. La madrugada de aquel día, poco después de las 2, el grupo de maleantes entró a bordo del chasis de un camión al depósito de Transfármaco, en Ovidio Lagos al 7700, y redujeron a dos custodios privados. Así llegaron hasta uno de los galpones donde había dos camiones cargados y redujeron también a tres choferes y cuatro empleados de la firma. A todos ellos los encapucharon y los obligaron a subir a un utilitario. Así las cosas, los maleantes se apoderaron de uno de los camiones y engancharon al chasis en el que se movilizaban un semirremolque. Después, en los tres vehículos escaparon del lugar cuando ya habían pasado las 5.30 aunque antes tuvieron el tiempo suficiente para desconectar de los camiones el sistema de seguimiento satelital. Poco después de las 9.30 en la localidad bonaerense de Garín, a unos 200 metros de las ruta Panamericana, los rehenes fueron liberados sanos y salvos. Mientras tanto, a la tarde de ese día fue localizado uno de los semirremolques robados. Estaba en la localidad de General Rodríguez y en su interior quedaba un 5% de la mercadería que tenía al momento del golpe. Días después apareció el otro camión, totalmente vacío.
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