Arturo Bonín y Susana Cart son los únicos intérpretes de la obra teatral de Ariel Barchilón "Salvavidas de plomo", que alude con humor lleno de ironía a la problemática de la deuda externa. El director del espectáculo, Marcelo Mangone, resolvió la puesta en escena siguiendo los códigos de la estética del comic, con fragmentación de los movimientos y dejando congelada una situación por espacio de segundos. En la versión estrenada en el Teatro del Abasto de Buenos Aires, la música de Rodolfo Mederos y la escenografía diseñada por Jorgelina Herraro Pons fueron soportes importantes, junto al lenguaje expresivo de los actores, para acentuar la sensación de dibujo animado. "La pieza de Barchilón -dijo el actor- configura una metáfora sobre la deuda externa pero llevada al mundo cotidiano de una pareja típica de la clase media argentina, con los desvelos que producen el trabajo, la casa, sus autos, la pelea por convivir o la educación de sus hijos". "La necesidad de mantener lo que hace a su mundo material -continuó explicando Bonín- los lleva a verse cada vez más comprometidos en la medida en que no satisfacen las necesidades que les plantea un afuera que les va proponiendo diversas pruebas en las que fallan constantemente porque no están capacitados ni preparados para eso". Cuando Bonín leyó la obra, la consideró un inmejorable punto de partida, potenciado por el inteligente uso del humor. "La idea es llegar a preguntarse de qué me estoy riendo", resumió. La posibilidad de reflejar la más terrible realidad provocando sonrisas en el espectador trajo a la memoria de Arturo Bonín la película "Dr. Insólito", que tenía a Peter Sellers como protagonista. "Cuando ese cowboy (suerte de premonición de George W. Bush) aparecía jineteando la bomba atómica y lanzándose sobre un pequeño país -evocó-, todos sonreíamos pero después nos preguntábamos ¿de qué me estoy riendo, si estamos en manos de estos dementes? Diagnóstico que quedó demostrado con esta invasión a Irak que confirmó que estamos en manos de fundamentalistas". "En definitiva -resumió- lo que pretendemos es reírnos pero como vehículo para poder reflexionar; la risa por la risa misma a mí no me sirve y creo que al espectador tampoco".
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