Puerto Ordaz. - Los presidentes Hugo Chávez y Alvaro Uribe se reunieron ayer en la localidad venezolana de Puerto Ordaz para analizar los mecanismos para resolver la crisis de seguridad fronteriza y comercial existente entre Venezuela y Colombia. Esta cumbre, la segunda tras la celebrada en la caribeña ciudad colombiana de Santa Marta el 13 de noviembre, se produjo en un momento crítico de la relación bilateral, por la acción de los grupos armados ilegales de Colombia en la frontera común.
"No podemos reunirnos con los colombianos y dejar de lado temas tan álgidos que producen de cuando en cuando declaraciones por aquí y por allá, que le dan pie a sectores que conspiran contra la integración", afirmó el presidente Chávez, poco antes de recibir a su colega colombiano.
El poncho de Uribe
"Esta no es la toalla de Manuel Marulanda -jefe máximo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc)- sino el poncho mío", comentó, por su parte con cierta ironía, el presidente colombiano Alvaro Uribe, al referirse al obsequio que entregó a su colega venezolano Hugo Chávez. La frase, que pronunció a uno de sus asesores pero que alcanzó a escuchar la prensa, fue interpretada como una especie de indirecta para Chávez, por periodistas colombianos y venezolanos que cubren la cumbre presidencial en la ciudad de Puerto Ordaz (500 km al sureste de Caracas). Lo que nadie podía asegurar es si la frase fue dicha por descuido.
Tras ser recibido con todos los honores en el aeropuerto del complejo hidroeléctrico de Macagua, Uribe obsequió a Chávez el poncho y un carriel, bolso típico de cuero que usan los campesinos del noroccidental departamento de Antioquia, de donde es oriundo el presidente colombiano. (AFP y DPA)