Bogotá. - Por primera vez la Corte Suprema de Colombia autorizó la extradición a Estados Unidos del guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) Nelson Vargas Rueda, acusado de haber participado en 1999 en el asesinato de tres indigenistas norteamericanos. "El máximo tribunal emitió un concepto favorable para la extradición de Vargas Rueda, conocido como El Marrano", comentó el presidente de la Corte, Yesid Ramírez, quien señaló que se trata del primer caso que involucra a un miembro de ese grupo rebelde.
Ramírez añadió que "El Marrano" -quien está detenido en Bogotá- enfrenta cargos ante una corte de Washington por homicidio, conspiración y portación ilegal de armas. Tras la decisión del tribunal, la extradición de Vargas Rueda queda en manos del gobierno del presidente colombiano, Alvaro Uribe, aunque los abogados defensores del señalado líder guerrillero podrán interponer recursos ante los poderes Judicial y Ejecutivo, explicaron varios juristas.
A raíz del secuestro y posterior asesinato de los indigenistas Terence Freitas, Ingrid Washinawatok y Lahee'Enay Gay, Washington solicitó a Bogotá la extradición de Vargas Rueda y otros cuatro miembros de las Farc, entre ellos el fugitivo Germán Briceño (alias Grannobles), hermano del número dos de esa guerrilla, Jorge Briceño (Mono Jojoy). Freitas, Washinawatok y Gay, quienes trabajaban en Colombia con la comunidad indígena U'wa, fueron secuestrados por las Farc el 25 de febrero de 1999 y sus cuerpos acribillados a balazos fueron hallados ocho días más tarde en un paraje del lado venezolano de la frontera común con el departamento colombiano de Arauca.
Las Farc negaron inicialmente ser las autoras del triple crimen, pero el 10 de marzo de 1999 -mientras estaba vigente el proceso de paz con el gobierno colombiano- admitieron su responsabilidad, aclarando no obstante que la acción fue ejecutada de manera inconsulta por guerrilleros de bajo rango. Según la Fiscalía y el ejército de Colombia, el homicidio de los activistas fue ordenado por Grannobles, con el aval del Mono Jojoy.
El pasado 13 de noviembre, Washington acusó al Mono Jojoy, al comandante del frente oriental de las Farc, Tomás Molina Caracas (El negro Acacio), y a otro miembro de las Farc identificado como el Loco o Fernando, de conspiración en 1997 para secuestrar a otros dos estadounidenses en Venezuela. Además, acusó a Henry Castellanos (Romaña), alto dirigente de las Farc, de secuestrar en abril de 1998 a los ornitólogos norteamericanos Louise Augustine, Todd Mark, Thomas Fiore y Pete Shen, quienes fueron liberados un mes después sin pago de rescate.
Canje de prisioneros
En tanto, el ministro del Interior colombiano Fernando Londoño comentó que el gobierno está dispuesto a dejar en libertad a centenares de rebeldes de las Farc -en el marco de un acuerdo humanitario que permita la liberación de secuestrados por la guerrilla- a condición de que salgan del país. Londoño señaló que "es claro que se puede pensar en un acuerdo humanitario. El presidente está dispuesto a poner en libertad a los presos de las Farc, siempre y cuando no vuelvan a delinquir".
Dentro de sus condiciones para un acuerdo, las Farc señalaron que los 300 a 400 guerrilleros presos deben ser entregados por el gobierno en el mismo lugar donde sean liberados los secuestrados. Las Farc señala que en ese intercambio liberaría a 23 dirigentes políticos (entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt), tres norteamericanos y una cincuentena de militares.
Pero el gobierno quiere que sean liberados unos 800 colombianos que están en poder de las Farc. "Acá no hay secuestrados de primera, de segunda y de tercera categoría", señaló el ministro Londoño.