Mientras la Fórmula Uno actual debate sobre si los avances tecnológicos sepultaron al talento de los hombres, hoy se recordará a uno de los más grandes pilotos y bicampeones de la especialidad, el escocés Jim Clark, al cumplirse el 35º aniversario de su desaparición, ocurrida el 7 de abril de 1968 en el trazado de Hockenheim, mientras tripulaba un Lotus de Fórmula 2. Ese domingo, un añoso árbol del bosque que circundaba el intrincado circuito alemán, frenó la carrera del Lotus verde y amarillo que conducía Jim Clark. La noticia paralizó al mundo de la Fórmula Uno y del automovilismo todo. Curiosamente, Clark se había iniciado en los monoplazas al comando de un Lotus de Fórmula 2 el 26 de diciembre de 1958. Jim Clark, apodado el "Escocés Volador", había nacido el 4 de marzo de 1936 en Kinkaldy, un pueblo del sudoeste de Escocia y a los 20 años corrió su primera carrera zonal. Fue el 16 de junio de 1956 en Crimond, con un auto DKW que le prestó su amigo Scott Watson, quien también le facilitó los guantes y el casco. Terminó octavo, pero a los tres meses se impuso en Windfield, pueblo muy cercano a su Kinkaldy. Los éxitos en carreras de turismo hicieron que su amigo Watson le consiguiera una prueba nada menos que en Lotus. El ojo clínico del gran Colin Chapman, descubridor de talentos por excelencia, no se equivocó. El ignoto Clark, sobre un Lotus de Fórmula 2, fue apenas un segundo más lento que el consagrado Graham Hill, dos veces campeón de F1. Debutó en Fórmula 1 el 6 de junio de 1960 en el Gran Premio de Holanda con un abandono. Su primer triunfo fue en 1962, en el circuito de Spa, en el Gran Premio de Bélgica, al comando de un Lotus Climax, y fue sub campeón de Graham Hill. Su meteórica carrera lo llevó a conquistar su primer título mundial de F1 en 1963, con seis triunfos, halago que repitió en 1965, con siete carreras ganadas. En el plano estadístico, disputó 72 Grandes Premios de Fórmula 1, ganó 25, con 33 poles positions y 27 récords de vuelta. Si de marcar hitos se trata, Jim Clark sabía mucho, porque fue el primero, por ejemplo, en superar la marca de Juan Manuel Fangio en triunfos en Fórmula 1, logrando 25, en tanto que el Chueco de Balcarce había logrado la marca de 24 carreras ganadas. Clark fue el primer piloto europeo de Fórmula 1 en ganar las tradicionales 500 Millas de Indianápolis en los Estados Unidos, y también hizo ganar por primera vez al histórico motor Ford Cosworth en 1967. Pero tal vez su mayor hazaña la realizó en el Gran Premio de Italia, en el santuario de Monza, en 1967. Por una detención en boxes perdió una vuelta y la punta. Luego, no sólo recuperó el giro, sino que retomó el liderazgo. El triunfo se frustró 500 metros antes de la llegada al quedarse sin nafta. De todos modos arribó tercero, pero se llevó algo que muy pocos lograron, la ovación de los Tiffosi de Ferrari, nada menos, quienes de pie veneraron al Escocés Volador. (Télam).
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