Washington. - La soldado estadounidense Jessica Lynch pudo ser liberada el miércoles de su cautiverio gracias a la pista decisiva aportada por un abogado iraquí que había visto cómo la joven era golpeada en un hospital en la sureña ciudad iraquí de Nasiriya, informó ayer el Washington Post. Según relató al diario el letrado, de 32 años, al ser testigo del maltrato decidió ponerse en contacto con las fuerzas de seguridad norteamericanas. Las tropas estadounidenses ingresaron en la madrugada del miércoles en el nosocomio y liberaron a la soldado, de 19 años, quien actualmente es atendida en el hospital militar estadounidense en Landstuhl (Alemania) por varias fracturas de huesos. Según su propio relato, el abogado y su esposa, quien trabajaba como enfermera en el hospital iraquí, les proporcionaron a los estadounidenses planos detallados del lugar, que señalaban que Lynch era retenida en una habitación del primer piso en el edificio de seis plantas. El hombre y su familia fueron trasladados entretanto a un campamento de refugiados en Um Qasr. (DPA)
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