Las fuerzas estadounidenses rescataron a una prisionera de guerra que estuvo cautiva durante 10 días, y recuperaron los cadáveres de al menos dos soldados en una incursión en un hospital iraquí en la madrugada de ayer.
La soldado Jessica Lynch, de 19 años, natural de Palestine, estado de West Virginia, se encontraba con una caravana de mantenimiento que fue emboscada por tropas iraquíes el 23 de marzo y fue mantenida cautiva hasta el rescate en un hospital en la sureña ciudad iraquí de Nasiriya. La chica había sido dada por desaparecida por las fuerzas norteamericanas.
Las imágenes mostradas durante un encuentro con la prensa en la sede de las fuerzas armadas estadounidenses en Qatar mostraron a Lynch mientras era trasladada en una camilla a un helicóptero Black Hawk. "En este momento está a salvo. Fue recuperada", dijo el general de división Vincent Brooks, quien describió la operación de rescate de fuerzas especiales, en la que participaron tropas de asalto del ejército, la fuerza aérea y patrullas de combate. "Algunas almas valientes pusieron sus vidas en riesgo", agregó.
El capitán Jay La Rossa, portavoz de la 15º unidad expedicionaria de la infantería de marina, indicó que Lynch tenía fracturas en las dos piernas y en un brazo, pero se encontraba estable. La Rossa agregó que fuerzas especiales que participaron en el rescate también encontraron los cadáveres de dos soldados estadounidenses y ocho iraquíes. Y señaló que las identidades de los estadounidenses no eran conocidas pero se pensaba que estaban entre los emboscados con el grupo de Lynch.
Sin embargo, Brooks dijo que las fuerzas estadounidenses encontraron restos de 11 personas, dos en la morgue y los demás en una tumba en las afueras del hospital, e indicó que se estaba realizando una investigación forense para determinar sus identidades.
"Las fuerzas de la coalición fueron escoltadas a esos lugares por alguien detenido durante el asalto", declaró Brooks. Según fuentes militares, los marines realizaron un ataque de distracción para permitir que las fuerzas especiales rescataran a Lynch del hospital en Nassiriya, donde las tropas lideradas por Estados Unidos han enfrentando una fuerte resistencia de los combatientes iraquíes.
"Los marines estadounidenses enviaron una gran fuerza liderada por tanques y vehículos blindados de transporte de personal a atacar blancos en el centro de la ciudad y capturar un importante puente sobre el Eufrates, mientras se realizaba la incursión en el hospital", se indicó.
Una fuente señaló que no hubo heridos entre los marines, que enfrentaron poca resistencia de las fuerzas iraquíes. Mientras que Brooks dijo que el hospital era "un lugar usado por el régimen como puesto militar", y donde se encontraron municiones, morteros y mapas, entre otras cosas.
Como en las películas
Según los analistas, la liberación de la soldado era lo que EEUU estaba esperando: en medio de las sombrías informaciones sobre los intensos y costosos combates en Irak y sobre los civiles muertos, la noticia sobre el rescate de Jessica Lynch dio un respiro a los estadounidenses.
En su ciudad natal, Palestine, se celebró la liberación, una gesta de película, tocando las bocinas durante horas. Mientras que el presidente George Bush dijo, según lo citan: "Eso fue genial". Casi todas las televisoras interrumpieron su programación y mostraron la foto de esta bella mujer rubia ante una bandera estadounidense.
Dejando de lado otras informaciones, en los principales noticieros del canal de televisión CNN se entrevistó a la profesora de Jessica en el jardín de infantes. Ella contó que Jessica se enroló en el ejército para ahorrar dinero a fin de poder estudiar magisterio y enseñar a niños pequeños.
Según relataron los militares, miembros de la CIA vigilaban desde hacía días el lugar donde se encontraba Jessica, un hospital militar. En la noche del martes al miércoles, unidades especiales llevaron a cabo el operativo de rescate. Mientras las unidades blindadas iniciaron un ataque en otra parte de la ciudad para distraer la atención de los iraquíes, unos helicópteros aterrizaron en el lugar. Los miembros de las unidades especiales irrumpieron en el hospital y liberaron a la soldado.
Pero los cadáveres hallados, muchos se supone de norteamericanos, no permitieron que todo fuera un final feliz. Acerca de la suerte que han corrido otros desaparecidos o presos nada se supo ayer. Pero con la liberación de Jessica, el ejército estadounidense quiere trasmitir el mensaje de que "Estados Unidos no abandona a sus héroes", afirmó el portavoz del comando central Jim Wilkinson. (DPA, Reuters y Télam)