Najaf, Irak. - Vehículos incendiados y cadáveres carbonizados se veían esparcidos ayer en una llanura en el centro de Irak, después de que las fuerzas estadounidenses derrotaran a milicias iraquíes en una batalla en el área sur de la ciudad sagrada de Najaf, a sólo 160 kilómetros al sur de Bagdad.
Tanques y blindados de infantería de Estados Unidos tomaron el control de la llanura en las primeras horas de ayer después de una batalla de más de siete horas contra fuerzas iraquíes que estaban armadas con ametralladoras montadas en la parte posterior de camionetas japonesas.
En la principal carretera que atraviesa la llanura, por la tarde aún humeaban vehículos iraquíes incendiados, y costillas calcinadas eran la única parte reconocible de tres cadáveres quemados a bordo de un automóvil destruido, que estaba abandonado en la polvorienta orilla del camino.
"En ningún momento fue una batalla equilibrada. No sé porqué ellos (los iraquíes) no se rindieron", dijo el coronel Mark Hildenbrand, comandante del Grupo de Ingeniería 937.
"Cuando uno juega fútbol como local, un marcador de 3-2 es justo, pero aquí es como de 119-0", indicó Hildenbrand, al tiempo de agregar que los vehículos deportivos SUV iraquíes no tenían ninguna posibilidad de éxito contra los tanques: "No se puede enfrentar a una SUV con ametralladora contra un tanque M1, eso es horrendo para la SUV".
El combate empezó en las últimas horas del sábado, cuando fuerzas de la Tercera División de infantería de Estados Unidos avanzaban desde el norte hacia Bagdad.
Unidades iraquíes disparaban en posición de francotirador en un lado de la carretera, donde las milicias esperaban emboscar a las fuerzas estadounidenses que se movían por la llanura, un área estratégica en la ribera occidental del río Eufrates.
Unidades de Avanzada de Reconocimiento de Estados Unidos detectaron el fuego inicial de las milicias antes que los tanques, la infantería blindada y la artillería y entonces se pidió apoyo aéreo combinado.
"Los tanques eliminaron todos los vehículos de la milicia y entonces la infantería despejó el área a pie, lenta y firmemente", explicó el teniente coronel Bernie Lindstrom, del Grupo 937.
Combate "turbulento"
"La refriega empezó aproximadamente a las 9 PM del sábado (15, hora Argentina) y el área recién estuvo completamente segura entre 7 u 8 horas después. Por un buen tiempo, el combate fue turbulento", agregó.
Hildenbrand dijo que el presidente Saddam Hussein estaba tratando de utilizar la milicia como una fuerza similar a la guerrilla. Pero los milicianos parecen desmoralizados y mal preparados para lidiar con el imponente poder de fuego que los militares estadounidenses pueden lanzar contra ellos.
Los soldados muertos mostrados a los periodistas no llevaban ningún uniforme y sólo calzaban sandalias. Los cascos que estaban junto a sus cuerpos eran de plástico. El único artículo en común parecía ser una boina negra con un águila y un escudo impreso en la parte delantera.
Un escondite en el desierto, que Hildenbrand dijo que fue utilizado en los últimos días por un miliciano, mostró las dificultades que enfrentan muchos soldados iraquíes. El soldado tenía sólo una manta sucia para protegerse del frío en las noches del desierto, y para comer disponía apenas de una bolsa plástica llena de carne cruda. Cuando huyó, dejó olvidada una fotografía de sus dos hijos.
"Lo único que siento es pena por esta gente", decía Hildenbrand mientras recorría el escondite, para añadir que "esta guerra es contra un solo hombre, no es contra el pueblo iraquí. Sólo deseo que se rindan para terminar con todo esto". (Reuters)