!Qué jugador sería Guillermo Marino si pudiese sostener el ritmo! Anoche, en los primeros quince minutos del complemento mostró momentos de una calidad asombrosa que lo ponen sobre el resto, los que obviamente coincidieron con los mejores minutos de Newell's en el partido. Pero esa ráfaga de buen fútbol que emanaba del botín derecho del número 21 fue demasiada efímera. Después sintió el cansancio y ya no fue el mismo. De hecho a los 25 Veira lo reemplazó por Elvio Martínez. En ese arranque fulminante del complemento el volante de Los Surgentes -el reemplazante natural de Manso- fue el conductor desequilibrante que necesita el equipo. Lastimó con sus pases profundos y desequilibró con su habilidad y cambio de ritmo. Metió un buen centro para Silvani que no llegó; un cabezazo suyo en el área se fue por poco. Y edificó una jugada fenomenal que no terminó en gol porque equivocó la opción final, cuando debió tocar para Rosales o Silvani, que estaban solos, en lugar de tirar al arco. Sin embargo, fue el gestor del empate de Rosales, al iniciar una jugada por izquierda que continuó con Silvani, Domizi y Mauro. Pero antes y después de eso fue el de siempre. No inquietó y pasó casi desapercibido. No fue la solución que el técnico ni los hinchas esperaban. Habrá que ver si ante Central, el técnico ya puede contar con Manso -es muy difícil que llegue bien- o si le renueva la confianza a Marino.
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