Lucas Ameriso / La Capital
La tensión entre el Ministerio de Educación santafesino y la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafé) llegó a su punto máximo de ebullición. Tras la medida de fuerza lanzada ayer en Rosario por el gremio de los docentes, justo en el inicio del ciclo escolar, el titular de la cartera educativa, Daniel Germano, aseguró: "Maestro que abandonó su trabajo pierde el presentismo y no se le pagará la jornada laboral". Frente a ello, la delegada local de Amsafé, Stela Michalek, replicó: "Si el ministro amenaza, le vamos a responder con la misma tozudez que enseñamos a leer y escribir", al considerar que "la pelea es con Germano, no discutiré ni con los padres, ni con los compañeros". A tan sólo 24 horas de iniciadas las clases, las aguas quedaron profundamente divididas entre el gobierno y el sindicato de docentes oficiales. Es que ayer la desobligación con bajo acatamiento (ver página 11) que Amsafé anunció para las 10 de la mañana como señal de reclamo a una recomposición salarial elevó los decibeles entre ambas partes. Entrada la tarde, Germano fue categórico. "Vamos a aplicar el reglamento en los establecimientos donde -sin temor a equivocarnos- se constató el abandono del trabajo. Esta medida intempestiva no requiere el más mínimo análisis", razonó el ministro para acotar: "Tomaremos medidas de carácter económico sobre un paro injustificado. Habrá quita del presentismo y no pago de la jornada laboral, por ello estamos recabando información al respecto". La batería de medidas se anunció luego de una estimación que el propio Germano hizo sobre la protesta en el departamento Rosario. "No tuvo gran alcance, no superó según mi intuición el 20 por ciento, algo que Amsafé deberá evaluar", manifestó el funcionario para considerar que "si existen conflictos gremiales ofensivos primero hay que ver si tienen consenso en la comunidad, y si se busca una mejora salarial, hay que pensar en la metodología apropiada", para pensar en voz alta: "Tanta discusión parece que no hay". Michalek recogió el guante. "La modalidad de lucha no la resolví yo sola, sino que fue expuesta en la asamblea provincial, se tomó entre todos y fue notificada (por mensajería) a las escuelas el viernes", se defendió la gremialista para afirmar que "la desobligación tuvo un alto acatamiento en los barrios con el apoyo de los papás y los docentes, con lo cual no es cierto que los padres hayan estado en desacuerdo". Pero para que no queden dudas sobre la postura de Michalek, en relación al conflicto por la recomposición salarial del 100 por ciento sobre el sueldo docente, la dirigente fue explícita al señalar: "No discuto ni con padres, ni con los compañeros, sino que me peleo con Germano, que es el responsable de un sueldo de 300 pesos, más 80 de presentismo". Luego de diversos cortocircuitos, el ministro repasó su postura planteada anteayer para asegurar que "ahora se dificultan las circunstancias para sentarse a dialogar porque si la encrucijada es política salarial, o paro, hoy les digo hagan paro". Las cartas parecen estar echadas. Amsafé se prepara para marchar por diferentes puntos de la provincia el 25 y 26 para desembocar en una huelga con movilización hacia la Casa Gris el 27, y Germano se puso en guardia al anunciar los descuentos al presentismo. "En vez de amenazar a los docentes que el ministro explique cómo alumnos y maestros viven bajo la línea de pobreza", desafió Michalek, a lo que el funcionario retrucó: "En materia educativa, Santa Fe está mejor que el resto de las provincias".
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