Germán Real tuvo un día muy especial por tres motivos. Uno por enfrentar otra vez a su "Newell's querido", como él dice. Otro por la vuelta a la titularidad después de varios partidos en los que estuvo en el corralito. El tercero por el buen recibimiento y el aliento constante que le propinó la gente de Talleres. Y el Gordo no desentonó demasiado. Después de los saludos de rigor con sus ex compañeros, en su primera intervención Real sacó un fuerte remate que se fue apenas desviado y que despertó los primeros aplausos hacia su figura. Desde ese mismo instante se generó un duelo tanto con Domínguez como con Grabinski, que no tuvieron empacho a la hora de bajarlo. Tan es así que el delantero, en diálogo con Ovacion, sostuvo: "Era lo que esperaba, los dos tienen mucha fuerza, je. Fue raro enfrentarlos, porque hace poco tiempo eran compañeros míos y hoy (ayer) los tuve en contra. Uno tenía que ganar y por suerte lo hicimos nosotros". Hacía mucho tiempo que no jugaba y eso se notó. Más aún teniendo en cuenta lo pesado que estaba el campo de juego. Por eso a los 57' se fue reemplazado y los aplausos aparecieron de todos los costados. "De parte de la gente de Newell's me lo esperaba, no tenía dudas. Y de los hinchas de Talleres fue muy gratificante porque saber que a uno le reconocen el trabajo te dan ganas de seguir haciendo fuerza por este club", manifestó. A la hora de reflexionar sobre Newell's, el Gordo dijo: "Es un buen equipo, Mauro (Rosales) está pasando por un momento muy bueno, así que espero que sigan sumando puntos porque tienen un objetivo claro que es ingresar a una copa internacional. Ojalá que le vaya bien en estas dos fechas que vienen (Independiente y Central)". "¿El partido? Fue parejo, si bien al comienzo manejamos la pelota, los últimos minutos del segundo tiempo dejamos que Newell's se venga y nos generara algunas situaciones de gol. Estuvieron muy cerca de empatarnos".
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