Los que esperaban que los Grammy se convirtieran en una tribuna antibélica se llevaron una gran desilusión. Pero a pesar de que el tema de la guerra contra Irak estaba censurado en la ceremonia, desde el escenario no faltaron las referencias al posible conflicto armado. Las más sutiles fueron las de Simon & Garfunkel y Coldplay. El legendario dúo interpretó "Los sonidos del silencio", que hace treinta años fue uno de los himnos de las protestas contra la guerra de Vietnam. El grupo inglés, por su parte, hizo una versión de su tema "Politik", que desde el estribillo repite obsesivamente la frase: "Open your eyes" (abre tus ojos). Sheryl Crow, que formó un inesperado dúo con Kid Rock, fue más elocuente. La cantante llevaba la inscripción "No War" (No a la guerra) en su guitarra y de su cuello colgaba un brillante símbolo hippie de la paz. Sin embargo nadie, excepto Fred Durst, se animó a abrir la boca sobre el tema. Antes de presentar el premio a mejor grupo de hard rock, el líder de Limp Bizkit disparó: "Este asunto de la guerra debe parar ahora". Sólo se escucharon unos tímidos aplausos. Se notó demasiado que el auditorio se quedó frío de la sorpresa.
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