Los investigadores en West Warwick (Rhode Island, noreste de Estados Unidos) investigan cómo pudo cometerse un error tan grosero como usar fuegos artificiales en un salón de discoteca, como los utilizados en The Station el pasado jueves a la noche (en la madrugada del viernes para Argentina), que provocaron un incendio y la muerte de al menos 96 personas. Las sospechas recaen sobre los responsables del grupo de hard-rock californiano Great White por el uso de la pirotecnia.
Los imágenes tomadas en el club por un camarógrafo profesional en el momento en el que el grupo de hard-rock californiano Great White comenzaba a interpretar su primer tema no dejan ninguna duda: las chispas blancas emitidas contra las espaldas de los músicos por tres tubos pirotécnicos hicieron arder las paredes y el techo del local, muy bajo, alrededor del pequeño escenario.
El fuego se propagó en pocos segundos, desprendiendo un espeso humo negro y atrapando a un centenar de personas -entre ellas al guitarrista del grupo Ty Longly-, quienes no pudieron alcanzar las salidas. Los bomberos estiman que el edificio, de madera y chapa, se quemó totalmente en menos de tres minutos.
Inmediatamente después del drama los propietarios de la discoteca y el cantante de Great White comenzaron a atribuirse mutuamente la responsabilidad.
"Recibimos la autorización para utilizar fuegos artificiales", afirmó el cantante, Jack Russell. "Le dijimos al dueño de la discoteca: esto es lo que tenemos. ¿Están de acuerdo o no? Si dicen que sí, no hay problema. En algunos lugares se niegan, entonces no se los utiliza".
Pero los propietarios, los hermanos Michael y Jeffrey Derderian, respondieron a estas afirmaciones a través de su abogado. "En ningún momento los propietarios fueron advertidos de que iban a utilizarse fuegos artificiales. Ninguna autorización en ese sentido fue solicitada por el grupo o sus agentes, y ninguna autorización fue otorgada", sostuvo el letrado.
El estado de Rhode Island reglamenta estrictamente, al igual que en todo Estados Unidos, el empleo de fuegos artificiales en recintos cerrados.
The Station, una pequeña discoteca de madera, no tenía ninguna posibilidad de obtener esa autorización, estiman responsables del local. Y no corresponde a los propietarios otorgarla, sino a los expertos en seguridad contra incendios, los comisarios bomberos.
"Ninguna solicitud de uso de material pirotécnico fue presentada en la alcaldía", aseguró Leo Constantino, miembro del Concejo Municipal de West Warwick. "Sin ninguna duda hubiera sido rechazada".
El jefe de los bomberos de la ciudad, Charles Hall, subrayó en varias oportunidades que pensaba que el uso de fuegos artificiales en un lugar tan pequeño era una aberración y jamás pudo suministrarse ningún permiso en ese sentido.
Por lo demás, la última inspección contra incendios en el club databa del 31 de diciembre y todo estaba en regla, agregó.
Indemnizaciones millonarias
El gobernador del Estado, Donald Carcieri, indicó que inmediatamente se inició una investigación y que no se excluyen demandas penales. Las civiles, para indemnizar a las familias de las víctimas, podrían superar los 100 millones de dólares, estimaban ayer los expertos.
Varios testimonios de propietarios de discotecas o salas para conciertos del noreste de Estados Unidos, donde Great White estuvo recientemente de gira, debilitaron ayer la posición del grupo. Afirmaron que la banda usó fuegos de artificio en el escenario sin advertirles de nada.
El dueño del legendario Stone Pony, que vio los inicios de Bruce Springsteen y de su E-Street Band en Asbury Park (Nueva Jersey), aseguró que se sorprendió el 14 de febrero último por el uso de similares fuegos blancos y que se lo reprochó inmediatamente al grupo. "Nos dijeron no hay problema, son chispas que no dañan a nadie", admitió. (AFP)