Con mucho fervor partidario pero escaso de adherentes y militantes, los integrantes del binomio presidencial del Partido Socialista, Alfredo Bravo y Rubén Giustiniani, culminaron el periplo político en la provincia. Los socialistas aseguran que su fórmula es la que representa el cambio verdadero en el país, a contramano de la claudicación en los ideales de los dos partidos mayoritarios. "Es la fórmula de la dignidad", dijo Hermes Binner en Venado Tuerto y llamó a los santafesinos que apoyen la dupla socialista.
Si hay algo que caracterizó al viejo maestro Alfredo Bravo fue la entereza demostrada a lo largo del raíd político. Siempre de buen humor y soltando chistes a cada instante, no se privó de chicanear a propios y a extraños. Las recurrencias futboleras también estuvieron a la orden. "Que quede claro, salimos a la cancha a ganar", señaló.
Tampoco se privó del humor ácido: "Esta fórmula me parece que no va a funcionar porque el vice es un canalla", indicó socarronamente en alusión a Giustiniani, conocido hincha de Rosario Central. Se sabe, Bravo es fanático de River Plate y él se encargó de ratificarlo en cada lugar donde estuvo.
"Mirá la diferencia -le endilgaban en el micro los canallas- nuestros hinchas conocidos son Alberto Olmedo, Fontanarrosa o Fito Paéz y el tuyo es Carlos Menem", a lo que Bravo contestó sacudiendo la cabeza como asintiendo que los "muchachos" le habían hecho un gol en tiempo de descuento con la apreciación.
Tal es el grado de fanatismo millonario de Bravo que en un pasaje de la conferencia desarrollada en Firmat, un militante de esa ciudad le dijo que ya se sabía que Jesús era de River porque Dios es de Boca. Rápido de reflejos el viejo caudillo le contestó irónicamente. "Con razón soy ateo".
Otro de los hechos curiosos de la caravana fue cuando designó a su candidato a la Gobernación, el intendente Binner. "Así como cuando me nombraron a mí candidato a presidente y todos decían bravo, bravo, bravo, ahora yo digo Binner, Binner, Binner para Santa Fe". Sin embargo el rosarino no acusó recibo y sólo se limitó a responder. "No soy candidato a nada", a lo que el veterano señaló. "Digan que es mi candidato a la Gobernación".
El humor y la chicana no sólo fue para terceros sino que también él fue su propia víctima cuando le preguntaron qué lo llevaba a ser candidato a los 77 años. "Y qué querés, con 53 años de casado con la misma mujer si no hago algo para salir de la rutina la tengo que ver a la vieja a cada rato", soltó con una sonrisa.
Buenos Aires siempre presente
Las charlas interminables sobre su Buenos Aires fue el común del periplo aunque nunca olvidó poner el acento en la realidad del país. "Lo único que espero es poder ver el cambio antes que me vaya de este mundo", disparó.
Durante la gira, los dirigentes recogieron las preocupaciones de los chacareros acerca de una posible privatización del Banco Nación, ya que muchos de ellos enfrentan riesgos de ejecución de sus garantías hipotecarias.
Aún más, los pequeños y medianos ruralistas entienden que la privatización de la entidad crediticia persigue el propósito de allanar el camino para multiplicar el traspaso de tierras santafesinas al capital extranjero. En ese marco, Bravo y Giustiniani ratificaron su compromiso con la defensa del Banco Nación como entidad pública promotora de la producción y el desarrollo económico.