cartas

Agradecimiento al Centenario

Me llamo Carlos Fall y quiero contarles que hace unos días sufrí el dolor más grande de mi vida cuando tuve que sepultar a mi madre. Junto a ella sepulté mi alma. Estoy sin ilusión, sin alegría, sin proyectos personales y con una sola responsabilidad: cuidar a mis hijos y a mi esposa, a los que amo. Pero el motivo más importante de esta carta es manifestar mi gratitud -que voy a tener de por vida- para con los médicos, enfermeras de la sala de guardia y a los de terapia intensiva del Hospital Centenario. Al doctor Pendino por toda su dedicación y amabilidad, su inquebrantable vocación de servicio puesto de manifiesto en pos de la recuperación de mi madre, Ana Ramírez. Pero más allá de lo ocurrido, quiero decirles en nombre de mis hermanos y en el mío propio, muchas gracias.
Carlos Fall