Una vez más una cochera de la zona céntrica de la ciudad fue escenario de un robo tipo comando. El lugar donde los dueños de los vehículos creen tener seguridad para guardar sus rodados parece haberse convertido en el sitio elegido por bandas de maleantes que rápidamente reducen sus conquistas en autopartes o las convierten en mellizos. Así, la noche del domingo cinco hombres armados y eficientes se llevaron dos autos de un local de Paraguay al 1500. Ocurrió pasadas las 20.30 de anteayer en Paraguay 1562. Allí, no solo los vecinos del barrio dejan sus vehículos sino que, convenio mediante, los clientes de una tradicional parrilla de Paraguay y Pellegrini estacionan mientras almuerzan o cenan en el comercio. A la hora mencionada, Marcelo Ramírez se preparaba para hacer frente a uno de los horarios pico del día. "A esa hora empiezan a llegar los clientes fijos que dejan sus autos toda la noche y también gente que cena en la parrilla", comentó ayer un empleado del local. En esas circunstancias, Ramírez fue sorprendido por cinco hombres que llegaron a bordo de un auto que dejaron estacionado sobre la calle. Estaban armados y con sus caras descubiertas. Inmediatamente, dos de ellos encañonaron al empleado, lo maniataron y lo encerraron en la oficina que hay al frente del amplio galpón después de robarle 300 pesos de la recaudación. En tanto, los cómplices fueron hacia el estacionamiento a buscar su botín. Así las cosas, los maleantes huyeron del lugar con un Fiat Duna, patente RIG562, y un Daihatsu Cuore, dominio RUO019. Según el empleado que habló con La Capital, ambos vehículos son propiedad de clientes fijos. Pero este hecho no es el primero que se conoce en la ciudad con características similares. El 1 de noviembre de 2002, poco antes de las 23, otros cinco hombres armados coparon una cochera de Jujuy al 1900. Allí, golpearon al encargado del estacionamiento y lo redujeron atándolo de pies y manos además de taparle la cabeza. Después seleccionaron cinco autos, aquellos que tenían las llaves colocadas, y huyeron del lugar conduciendo un vehículo cada uno. Cinco días más tarde, el escenario fue una playa de estacionamiento de 1º de Mayo al 1000. En ese lugar, un ladrón solitario inmovilizó con un arma de fuego al encargado del lugar, sacó de un tablero la llave de un Volkswagen Gol y huyó a toda velocidad.
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