Año CXXXVI
 Nº 49.757
Rosario,
martes  18 de
febrero de 2003
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Misterio total sobre el crimen de Carina Ajmed
Tenía 19 años. Le dispararon a quemarropa en la puerta de su casa de Saavedra y Cafferata. Y no hay pistas

¿Quién mató a Carina Natalia Ajmed? Esa es la pregunta que se hacen los familiares de la chica de 19 años asesinada de un disparo de escopeta en la puerta de su casa del barrio Carlos Casado. Y también la que tiene perplejos a los investigadores de la comisaría 18ª y la Sección Homicidios de la policía local. Es que hasta anoche, ni unos ni otros hallaban pistas concretas para develar el crimen.
Parado en la esquina de su casa, apoyado contra el paredón de una cochera y con la mirada perdida, Alejandro Ajmed se preguntaba los por qué del trágico final vivido por su sobrina la madrugada del domingo. "Ahora sólo queremos saber quién y por qué la mató. Saber eso es lo único que nos va a tranquilizar un poco", dijo el hombre, que miraba obnubilado su camión estacionado frente al garaje y le decía a un vecino: "No tengo ni ganas de entrarlo".
Poco antes de las 5.30 de anteayer, Natalia llegó a su casa de Saavedra 3465. Allí vivía con su papá, Rubén; su hermana mayor, Lorena; y la nueva pareja del hombre. Su madre había fallecido hace dos años por una extraña enfermedad. La chica le dio un beso a su novio y bajó del taxi en el que el muchacho seguiría viaje. Entró a la casa y cruzó un par de palabras con su papá, que como siempre la esperaba despierto.
Entonces alguien llamó a la puerta. Natalia pensó que era su novio que había olvidado algo y salió. Su papá alcanzó a escuchar un breve saludo y después el estampido fatal. Un balazo disparado por una escopeta calibre 12.65 o 16 le perforó el abdomen a la joven que cayó desangrándose frente a su domicilio. Rubén alcanzó a ver que del lugar se iba a toda velocidad un Renault blanco que podría ser un 18 o un 19. Pero nada más. Alzó a su hija en brazos, la subió a su auto y la llevó al Heca. Allí le extrajeron del cuerpo no solo las esquirlas sino también el cartucho de la escopeta disparada por el criminal. Un par de horas más tarde murió.

Desconcierto
"Era una chica alegre, que trabajaba todo el día en una tienda de calle San Luis, que ayudaba a su papá con las cosas de la casa y tenía muchos amigos. Una piba de barrio que adoraba salir y divertirse", definió el tío de la joven.
A la hora de buscar los motivos del salvaje crimen, Alejandro mira fijamente al cronista y pregunta: "¿Quién puede hacer semejante animalada? Ella era una chica delgada, chiquita, que estaba empezando a vivir, que no tenía problemas con nadie. Pregunta en el barrio y te van a decir quién era". Y en eso las voces de los vecinos son coincidentes: "Una chica educada, que siempre saludaba, simpática y sonriente".
Si para la familia de Natalia es difícil buscar explicaciones al episodio, para los investigadores la cosa no es más fácil. "Hemos tomado varias declaraciones. Al novio, a un ex novio, a algunos amigos y familiares. No hay nada que nos cierre", confió un vocero que desde las primeras horas del domingo está detrás del criminal.
Y en ese marco de hipótesis, la fuente que habló con La Capital se aventuró a mencionar motivos pasionales, posibles reyertas o conflictos familiares e incluso problemas laborales. "Todo está bajo investigación pero nada es firme", concluyó.


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