Washington. - En su discurso ante el Consejo de Seguridad, luego de escuchar el informe de los jefes de inspectores y de los embajadores de Francia y China, el secretario de Estado norteamericano comentó sin medias tintas: "Irak, llegó la hora de las serias consecuencias", recurriendo a una frase contenida en la resolución de noviembre que obligó a Irak a admitir las inspecciones. "La resolución 1441 no es sobre los inspectores sino sobre el desarme. Bagdad nos está engañando". Powell fue secundado en su intervención favorable a una acción armada por el canciller británico Jack Straw y la española Ana Palacio. Posteriormente, el presidente George W. Bush afirmó que Saddam "será desarmado de una manera u otra". Y Powell afirmó a la CNN que la guerra se decidirá "en las próximas semanas".
Ante el Consejo, Powell puntualizó que el problema es el desarme de Irak y que este país busca eludir esa decisión. Como ejemplo, mencionó el hecho que Saddam Hussein haya ordenado ayer la prohibición por decreto de las armas de destrucción masiva. "Debía hacerlo hace doce años".
Respondiendo a Francia y Alemania, dijo que el aumento de los inspectores no es una buena respuesta a la falta de colaboración de Irak y que la amenaza creíble al recurso de la fuerza debe mantenerse, ya que es lo que permitió que Saddam admitiera las actuales inspecciones.
Un Consejo profundamente dividido
Powell aseguró que "en un futuro muy cercano" el Consejo de Seguridad deberá decidir si hacer cumplir las "serias consecuencias" previstas en la resolución 1441, o sea, la acción armada contra Irak, si éste no cambia drásticamente de actitud y no se desarma sin resistencias.
Inglaterra. Sobre esta misma línea, el británico Straw afirmó que "espero que una solución pacífica sea todavía posible, pero deben darse cambios drásticos de parte de Saddam. Las armas de destrucción masiva no han sido encontradas porque están escondidas, pero no escuché a ninguno decir aquí que la resolución 1441 fue incumplida", como cree su país.
España. La ministra española de Exteriores, Ana Palacio, instó al Consejo de Seguridad a asumir su responsabilidad y a tomar medidas "en aras de la seguridad y la paz mundial", ante lo que consideró una falta de colaboración del régimen de Bagdad. La ministra echó de menos un cambio de actitud de Irak. "He escuchado con atención el informe de los inspectores: la única frase que habría deseado escuchar, o sea la constatación de una inmediata cooperación del régimen iraquí, no se encontraba en el texto". Para Palacio, los inspectores no han podido responder las preguntas que ellos mismos lanzaron el pasado 27 de enero, en su primera intervención ante el Consejo, y citó como ejemplo el paradero desconocido de las 6.500 bombas químicas y los 8.500 litros de antrax mencionados en su informe. Rechazó además la petición franco-germana de modificar el sistema de inspecciones de las Naciones Unidas.
Rusia. Las inspecciones están evolucionando bien y es necesario que continúen, aseguró el canciller ruso Igor Ivanov.
Francia. El canciller Dominique de Villepin atacó a Powell desmintiendo que se hayan demostrado nexos entre Al Qaeda e Irak y afirmó que se debe continuar a ejercer presión sobre Irak y reforzar las inspecciones. Luego de ironizar sobre la frase "vieja Europa" usada por Estados Unidos hace unos días, De Villepin rechazó el uso de la fuerza salvo como último recurso, enumerando los riesgos de desestabilización regional que implicaría. Pidió que los inspectores presenten un nuevo informe el 14 de marzo. Fue muy aplaudido al terminar su discurso, algo inusual en el Consejo.
China. El otro miembro permanente y con derecho a veto afirmó que "la situación iraquí es crítica y será muy importante continuar con el trabajo de los inspectores para afirmar el desarme iraquí y el respeto de la 1441 en modo pacífico".