Maxim Kniazkov
Washington. - Cuando el secretario de Estado Colin Powell hable ante el Consejo de Seguridad pasado mañana para fundamentar la necesidad de un ataque a Irak, enfrentará un reto mayor al que tuvo el enviado de EEUU durante la crisis de los misiles con Cuba en 1962. Hace más de 40 años y en plena Guerra Fría, el embajador norteamericano en la ONU, Adlai Stevenson, conmovió al mundo al mostrar al Consejo de Seguridad fotografías de reconocimiento que revelaban que los soviéticos habían desplegado misiles nucleares en Cuba. De todos modos, las vallas que tuvo que saltar Stevenson durante la crisis de los misiles no tuvieron ni remotamente la misma altura que las que deberá sortear Powell. Cuando el asunto llegó al Consejo de Seguridad, Washington y Moscú estaban listos para negociar en secreto a través del canal abierto por el entonces fiscal general Robert Kennedy. "Niega usted, embajador Zorin, que la Unión Soviética desplegó y está desplegando misiles de alcance medio e intermedio en Cuba?", le espetó el representante norteamericano a su contraparte soviética, Valerian Zorin. "Si o no? No espere la traducción. Si o no?", insistió Stevenson. El ruso no tuvo ninguna oportunidad para recobrarse de la embestida. Alineadas en la oficina del Consejo de Seguridad había fotografías satelitales ampliadas de los misiles soviéticos en Cuba. Todos este despliegue era bueno para la televisión, pero resultaba poco práctico porque, con el poder de veto soviético en el Consejo, no había ninguna esperanza de lograr una resolución que autorizara el uso de la fuerza. Es improbable que Powell sea tan afortunado, de acuerdo a la visión de Helmut Sonnenfeldt, ex diplomático estadounidense que trabaja para la Brooking Institution. "La presentación de Powell será más hábil y menos sustantiva", opinó Joseph Cirincione, de la Fundación Carnegie para la Paz Mundial, quien agregó que Powell "no tiene el tipo de evidencia que EEUU tuvo con Cuba". Si actualmente la mayoría de los aliados le niegan a Washington su apoyo para una acción militar contra Irak y Washington actúa unilateralmente, los costos de largo plazo para EEUU podrían ser "enormes", argumentó Cirincione. Ante la ausencia de una prueba contundente, los expertos esperan ver mucha evidencia circunstancial. Aparentemente el gobierno de Bush contaría con fotografías satelitales de camiones cerca de fábricas de armamento iraquíes, transcripciones de intercepciones electrónicas o denuncias de la presencia de Al Qaeda en Irak. ¿Será suficiente para contrarrestar el escepticismo de franceses, rusos, chinos y alemanes que están dispuestos a darle a los inspectores de armas de la ONU más tiempo para hacer su trabajo? (AFP)
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