Williams-BMW se presenta hoy en Barcelona con el objetivo tan ambicioso como necesario en el cuarto año de colaboración en la Fórmula Uno de la escudería británica con el motorizador alemán: luchar de igual a igual con Ferrari por el Mundial. "Queremos más victorias y, al contrario que la temporada pasada, en que nuestro objetivo era ser segundos, queremos luchar en serio por el título de campeón mundial", sentenció Gerhard Berger, director deportivo de BMW. El colombiano Juan Pablo Montoya y el alemán Ralf Schumacher serán por tercera temporada consecutivas los encargados de conducir desde hoy los nuevos modelos FW-25, el último producto de la colaboración entre Williams y BMW que, si sigue la programación, debe acercarse al rendimiento de los Ferrari. La lucha entre ambos pilotos, que mantienen una relación estrictamente profesional, será de nuevo otro de los alicientes de la temporada y otra prueba de fuego de la escudería de los bólidos blancos y azules.
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La Ciudad
