Carolina Taffoni / La Capital
Hay un cantante en la MTV que parece poseído por un extraño espíritu, chilla sin parar y destruye guitarras y baterías. Hay otro cantante en la MTV que parece un muñeco diseñado a la medida de los modelos "Iggy Pop 1973" y "Mick Jagger 1966". El primero es Craig Nicholls, el líder de la banda australiana The Vines. El segundo es Pelle Almqvist, la cara más visible del grupo sueco The Hives. Los Vines y los Hives fueron consagrados como las dos grandes revelaciones del 2002. Los medios rockeros se prendieron enseguida a la movida y gritaron a los cuatro vientos que "ahí está la nueva esperanza blanca, el rock que vino a rescatarnos de las garras del nü metal, todos esos mediocres imitadores de Korn". Las etiquetas surgieron al toque. Algunos hablan de "nü garage" (estilo que ya tenía entre sus filas a los White Stripes) o directamente de "rock retro" (que tuvo su primer exponente del nuevo siglo con los Strokes, una máquina de robar del pasado, sobre todo de los Velvet Underground). Lo que nunca sabremos responder es si estas bandas son o se hacen, pero ahora podemos tener una visión más amplia. Con la llegada (retrasada, claro) a las bateas argentas de "Highly Evolved", el álbum debut de los Vines, y "Your Favourite New Band", un compilado de los dos primeros CDs de los Hives, quedó al descubierto que en el rock retro no todo es lo que parece. The Vines, en principio, es una banda desaprovechada, que eligió venderse de una manera, cuando en realidad podría aspirar a más. Eso de querer jugar a ser "los nuevos Nirvana" los disminuye y los ridiculiza. Igual, no todos les creyeron hasta ahora, aunque el cantante Craig Nicholls haga pedazos la guitarra, se tire contra la batería o presuma de la cantidad de marihuana que fuma. Ya desde la primera audición, "Highly Evolved" es una sorpresa, si bien sus referencias resultan tan trilladas como vulgares. Claro que la publicitada influencia de Nirvana está, en temas que huelen a espíritu adolescente como "Highly Evolved", "In The Jungle" y "Get Free". Pero eso no es todo, ni mucho menos lo mejor. También hay un punkie de garage ("Outtathatway"), canciones que no hubiesen desentonado en la época de oro del britpop ("Sunshinin" o "Factory"), una baladita llorona ("Mary Jane") o un rockazo irresistible como "Ain't No Room". Los Vines son mucho más atractivos cuando bajan varios cambios, cuando muestran claros aires de Pavement ("Autumn Shade"), o arreglos de voces y armonías a lo Beach Boys ("Homesick"), o coritos para levitar ("Country Yard"). El disco cierra con "1969", una larga zapada donde hay lugar para la psicodelia y la explosión rockera. El caso de los Hives es más preocupante, porque son una banda engañosa, que se vende como "la gran retro" y en el fondo es sólo otro grupo punk con un ligero maquillaje (lo que explica por qué pegó tanto en la Argentina). Apenas el hit "Hate To Say I Told You So" se empezó a difundir desde la MTV, los suecos prometían ser una especie de Stooges (la vieja banda de Iggy Pop) con algo del espíritu mod o new wave, al estilo The Knack. Pero ni de cerca. Los Hives son un ajustado combo de punk rock de tres acordes. Sus canciones tienen riffs machacantes y pegadizos, y sus discos un deliberado sonido sucio, a vinilo maltratado. Escuchar el compilado "Your Favourite New Band" puede resultar una experiencia agobiante. A veces los Hives suenan a unos Ramones más sofisticados ("Supply and Demand") o se acercan (con mucha suerte) a los Clash ("Outsmarted"). En el resto, si uno no quiere terminar rompiendo el disco, hay que entregarse a la mística del punk rock y... creer a ciegas. Los Hives y los Vines no llegan a ser los indicadores de una crisis creativa, pero demuestran claramente que en el rock, escarbar en el pasado y atarse a sus fórmulas, no es siempre una garantía de éxito artístico. También hay que reconocer que la avidez del mercado de nuevos productos, la ansiedad de recambio de la prensa y el esnobismo de muchos compradores forman un eje de presión incontenible, el mismo que infla a los grupos y los convierte de un día para otro en "grandes revelaciones".
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