Bogotá. - El presidente colombiano Alvaro Uribe propuso el despliegue de una fuerza multilateral en el Atlántico y el Pacífico, semejante a la del golfo Pérsico, para atacar el narcotráfico y evitar la destrucción de la Amazonia. "Yo me he preguntado: ¿Si se está haciendo ese despliegue -en el Golfo- por qué no se piensa en un despliegue equivalente para poder poner punto final a este problema?", señaló el presidente Uribe.
El gobernante, quien presenció en Quito la toma de posesión del presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez, señaló que en esta fuerza antidrogas debería ser de composición multinacional, pues consideró que se trata de un asunto que "tenemos que resolver todos". Desde Quito el presidente -en declaraciones a la cadena colombiana Caracol-, no descartó, sin embargo, que el tráfico de alcaloides se combata no sólo con tropas, sino mediante programas de sustitución de cultivos ilegales o planes de educación en los países que son grandes consumidores.
"Ambas tienen que ir de la manito, porque hay sectores que hay que darle alternativas sociales, económicas y otros sectores que hay que frenarlos con la alternativa militar", aseguró. Uribe explicó que con la presencia de tropas en aguas internacionales, se acabaría con el tránsito de estupefacientes entre Colombia y Estados Unidos.
El presidente colombiano previó, además, que una operación de este tipo permitiría controlar "eficazmente" las aguas y los cielos internacionales, así como frenar el tránsito de delincuentes, de armas y precursores químicos. Según Uribe, el problema colombiano "es una combinación de narcotráfico y terror que puede ser más grave que el de Irak", porque estimó que la situación en este país sudamericano puede acabar con la Amazonia.
"Póngase en la hipótesis de una Amazonia exterminada por el terror y la droga ¿Qué le pasa al planeta? Ese es un problema que tiene un horizonte de una macabra dimensión", apuntó el mandatario, y recordó que 1 millón 400 mil hectáreas de selva tropical ya fueron destruidas. En ese contexto, lamentó que en materia de lucha contra el narcotráfico "se habla mucho y a la hora de la verdad, no se hace todo lo que hay que hacer. Esto se quedó más en el discurso que en la contundencia de la acción", añadió el jefe de Estado.
"Las naciones democráticas están preocupadas por la situación de Irak y hay un gran despliegue militar que puede sumar 250.000 efectivos en el Golfo Pérsico, pero el problema colombiano, que es una combinación de narcotráfico y terror, puede ser más grave", enfatizó Uribe.
Colombia, donde operan grupos de guerrilleros izquierdistas y paramilitares de extrema derecha, es considerada por Washington como el mayor productor mundial de coca y cocaína y un importante proveedor de heroína a Estados Unidos, el principal consumidor de drogas del planeta. Además, Estados Unidos considera como terroristas y narcotraficantes a los rebeldes colombianos de las Farc (17.000 efectivos) y el ELN (4.000), así como a los paramilitares de extrema derecha de las AUC (10.000), que desde hace más de una década libran una guerra por el control de territorios con los insurgentes, y al contrario de estos están comprometidos en un esquema de paz con el gobierno de Uribe.
Colombia es considerado el principal exportador de cocaína en el mundo e importante proveedor de heroína. Washington, que lidera una lucha mundial contra el terrorismo, aporta unos 2.000 millones de dólares para financiar el Plan Colombia de lucha antidrogas y contrainsurgente, en la tercera mayor ayuda militar de Estados Unidos a otro país, después de la que aporta a Israel y Egipto.
"Crisis" en la seguridad
El ex candidato presidencial de Luis Eduardo Garzón advirtió ayer que "hay crisis" en la estrategia de seguridad puesta en marcha por el gobierno de Uribe, para combatir a los grupos ilegales. Garzón -del movimiento independiente Polo Democrático- explicó que esa situación quedó evidenciada con la renuncia del gobernador de Arauca, coronel en retiro José Palencia, tras una serie de atentados dinamiteros en ese departamento fronterizo con Venezuela.
"La renuncia del gobernador de Arauca muestra una crisis muy de fondo en lo que significa la política de las zonas de rehabilitación", aseguró el líder político. Palencia dimitió el martes después de una intensa campaña de los grupos ilegales, que deja en Arauca por lo menos 22 muertos, 11 desaparecidos y cuatro atentados dinamiteros en menos de 15 días. El militar retirado argumentó "razones personales y orden público" para abandonar su cargo, a la vez que admitió sentirse "amenazado".
Por otra parte, el dirigente del Polo Democrático consideró que la política de seguridad de Uribe "profundiza la confrontación" en Colombia, que padece un conflicto interno de casi cuatro décadas. Garzón indicó, igualmente, que las alteraciones de orden público que se registran en los departamento de Antioquia, Arauca o Bolívar muestran que el deterioro en el plan de seguridad "es muy fuerte".
En Antioquia, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) declaró hace poco días un bloqueo económico en tres municipios, el cual levantó de manera unilateral después de sostener una reunión con las autoridades locales. A su vez, en Bolívar se han denunciado fuertes enfrentamientos entre rebeldes y paramilitares que dejan un número indeterminado de bajas entre los bandos. (DPA, Reuters y AFP)