| | Alarma en Paraná por invasión de alacranes Los viejos túneles de la ciudad entrerriana favorecen la proliferación de los peligrosos insectos
| Una proliferación inusitada de alacranes, probablemente favorecida por las altas temperaturas, se registra en los últimos días en la ciudad de Paraná donde los alarmados vecinos han comenzado a apelar a viejos métodos, como poner las patas de las cunas en frascos de vidrio, para evitar que piquen a los bebés, ya que en ellos el veneno puede ser mortal. La aparición de estos insectos artrópodos obligó a las autoridades del hospital materno infantil San Roque a difundir una serie de recomendaciones para que la población sepa qué hacer ante eventuales picaduras. El médico Carlos Estévez, especialista en el tema, dijo que cuando el alacrán clava su aguijón, la zona del cuerpo afectada se inflama y enrojece y se siente un dolor agudo. El profesional aclaró no obstante que no siempre es necesario aplicar el antídoto, que se reserva generalmente para los niños, debido a que la toxicidad de la picadura está relacionada con el peso del individuo. A pesar de la cantidad de alacranes encontrados en los últimos días, hasta ahora sólo se han constatado reacciones locales leves en las personas atacadas, se informó. Estévez reveló que antiguamente la madres ponían las patas de las cunas de sus bebés dentro de cuatro frascos, debido a que estos insectos no pueden trepar por el vidrio. "Esta práctica, que ha caído en desuso, era muy efectiva en otros tiempos y ahora hay gente que la está retomando", agregó el especialista. Otra recomendación es verter creolina en las rejillas, o taparlas con telas metálicas, y mantener las puertas y ventanas cerradas, fundamentalmente durante el atardecer y noche, debido a los hábitos nocturnos del alacrán. Tener gatos y gallinas en derredor de la casa también ayuda, ya que estos animales controlan efectivamente la proliferación de escorpiones. La especie más común en Entre Ríos es la tityus trivittatus kraepelin, que mide 5,5 centímetros y es de color castaño o amarillento rojizo, con tres bandas longitutinales castañas oscuras en el dorso. Los alacranes viven en lugares con poca luz y se alimentan de cucarachas, arañas, grillos, huevos de hormigas y otros insectos de cuerpo blando; aunque pueden vivir varios meses sin alimentarse, necesitan consumir agua, de ahí su preferencia por los lugares húmedos. El investigador Miguel Angel Mernes, explicó que los alacranes viven en sitios húmedos y oscuros y relacionó su dispersión en toda la ciudad con la misteriosa red de túneles que la atraviesa. "Estos túneles, que se cree fueron construídos por los jesuitas con fines defensivos, fueron utilizados más tarde para el contrabando de mercaderías y el tráfico de esclavos ya que, al atravesar la ciudad por debajo, permitían a quienes conocían la red, evitar la miradas indiscretas de vecinos y autoridades", explicó el historiador. (Télam)
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